SALUD MENTAL
Cómo gestionar la comparación en las redes sociales según una psicóloga
Cuando navegamos por las redes sociales debemos de tener en cuenta que suelen convertirse en espejos deformantes que distorsionan nuestra autoestima. Si te sueles comparar con los demás, te cuento qué puedes hacer para evitar que las redes sociales afecten a tu salud mental.

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En las redes sociales se suelen ver solo momentos seleccionados, lo que puede llevar a que nos comparemos y nos sintamos que no llegamos, que nosotras no somos así, que somos menos. Quizá te veas reflejada en esta situación: Deslizas el dedo por la pantalla y, en pocos segundos, tu mente ya está haciendo cálculos y preguntándose cosas así:"¿Cómo puede tener ese cuerpo después de dos hijos?, ¿por qué viaja tanto y yo llevo meses sin salir de la ciudad?, ¿cómo es que siempre está tan feliz con su pareja?".
No te pasa solo a ti. ¿Por qué ocurre esto? Instagram no muestra vidas reales, sino momentos seleccionados.
Qué vemos y qué no vemos en Instagram
A menudo, lo que vemos en las redes sociales son:
- Sonrisas, cuerpos tonificados, casas impecables.
- Vacaciones, logros profesionales, parejas perfectas.
Lo que no solemos ver porque poca gente lo comparte son:
- Discusiones, inseguridades, días grises.
- Cansancio, fracaso, caos cotidiano.
Muchas de las influencers que acaban siendo como referentes, en Instagram aparecen siempre maquilladas, con looks ideales y niños sonrientes. Lo que no muestran es que muchas de estas mujeres sufren ansiedad y apenas duermen detrás de las cámaras.
La mente humana tiende a compararse para ubicarse en el mundo. Pero en redes sociales comparamos nuestra vida real con la versión editada de la vida de los demás. Y esa comparación suele ser injusta y dolorosa. El resultado en esos casos, suele ser una sensación de insuficiencia, frustración y baja autoestima.
Cómo gestionar la comparación en redes sociales
Algunas recomendaciones que podemos aplicar para evitar que las comparaciones nos afecten son:
1. No idealices la vida de los demás: Recuerda que lo que ves no es toda la historia. La felicidad ajena en redes no implica ausencia de dificultades. Es importante que tengamos en cuenta que nadie sube fotos llorando, ni vídeos de discusiones, ni de desayunos rápidos o ausentes.
Al contrario, las personas suben las fotos de sus mejores sonrisas, de los momentos buenos con las personas cercanas y de desayunos bonitos. Por eso cuando alguien a quien solo conocemos por redes sociales cuenta que ha sufrido una ruptura amorosa o alguna decepción, nos sorprende porque todo parecía ideal.
2. Haz limpieza digital: Deja de seguir cuentas que te hacen sentir mal contigo. Busca contenido inspirador, real, con el que conectes de forma sana. No sigas a todas las cuentas que simplemente te llamen la atención. En lugar de eso, haz un filtro y selecciona las cuentas que de verdad te puedan aportar en esta etapa de tu vida.
3. Sé consciente del scroll automático: Si estás aburrida o triste, quizá Instagram no sea el mejor sitio para refugiarte. Es importante aprender técnicas de regul
ación emocional sanas y completas que no sean la evitación que nos proporcionan las redes sociales.
4. Sustituye comparación por inspiración: En lugar de pensar "yo no tengo eso", pregúntate: ¿Qué valoro yo en mi vida?, ¿Qué me gustaría construir, desde mi realidad, sin compararme? Y busca referentes que sirvan de ejemplo e inspiración para conseguir tus deseos.
5. Comparte tu verdad: No se trata de exponer todo, pero sí de humanizar. Compartir que no todo es perfecto puede ser liberador. Quizás no tenemos que estar media hora haciéndonos la foto perfecta para salir ideales, sino que podemos subir la foto en la que salimos naturales y normales. No se trata de subir nuestras desgracias, pero sí intentar ser más realista y tener una relación sana con las redes sociales.
Cómo mejorar la autoestima perjudicada por las redes sociales
Si a pesar de llevar a cabo las recomendaciones anteriores notas que las redes sociales te hacen daño. Entonces lleva a cabo las siguientes pautas:
- Anota tus logros diarios, por pequeños que sean: Una lista sencilla al final del día (hice deporte, puse un límite, escuché a una amiga) ayuda a enfocar en lo que sí haces y vales.
- Rodéate de vínculos que te aporten: La vida real es el mejor antídoto contra la comparación. Quedar con alguien que te escucha sin juicios tiene más efecto que cualquier reel motivacional.
- Habla contigo como hablarías con alguien a quien quieres: Si te descubres criticándote frente al espejo o después de ver stories, pregúntate: "¿Le diría esto mismo a una amiga?"
- Pon límites al uso de redes: No se trata de desaparecer, sino de tener espacios de pausa. Puedes dejar de entrar durante el fin de semana, desactivar notificaciones o usar apps que regulen el tiempo de uso.
- Recuerda que siempre puedes pedir ayuda profesional.
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