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Bebés: ¿cómo introducir los alimentos?
Después de unos meses en los que tu bebé sólo ha tomado leche, llega el momento de darle de comer. Mil dudas te asaltan. ¿Las solucionamos?
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantener la lactancia materna los primeros 6 meses de vida. Si no es posible, su sustituto será la leche de fórmula. ¿Cuándo deja de ser el único alimento del bebé? Pues no hay una fecha exacta, da igual una semana antes que una después. La Asociación Europea de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN) indica que no es recomendable empezar antes de las 17 semanas ni después de las 26 semanas. El momento ideal para comenzar es cuando el bebé tenga un desarrollo neurológico adecuado, lo que suele ocurrir sobre los 6 meses. Si a esto le sumamos que lo recomendado es mantener el pecho hasta los 6 meses, parece razonable no comenzar antes.
Vale, segundo punto a aclarar: la alimentación se llama complementaria. Lo que quiere decir que en estos primeros meses, la leche (de un tipo u otro) sigue siendo fundamental.
Entonces, ¿por dónde empezamos? Hace años (espero que ya no) los pediatras dábamos unas hojas indicando qué metíamos en cada mes. Eso se ha visto que da igual. Yo suelo hablar con las mamás y recomendarles que empiecen por lo que les resulte más cómodo, en función su horario laboral o la organización familiar.
Hace unos años se publicaron las “Recomendaciones para la alimentación en la primera infancia” por parte de la Agencia de Salud Pública Catalana, magnifico documento que te recomiendo encarecidamente (http://canalsalut.gencat.cat/web/.content/_Vida_saludable/Alimentacio/Alimentacio_saludable/documents/arxius/recomen_0_3_triptico_cast.pdf). Si ves el resumen te das cuenta que nada de pautas rígidas, da igual por dónde comencemos.
¿Alimentos que no debemos darle al bebé?
1. Nada de verduras de hoja larga (espinacas, acelgas o similar) por su alto contenido en nitratos.
2. No uses carnes de caza en menores de 6 años (no es que sean muy habituales, pero todo hay que advertirlo).
3. Evita los pescados grandes en niños menores de 3 años (pez espada, emperador, atún o cazón) por su alto contenido en mercurio.
4. Por debajo de los 12 meses nada de miel por su riesgo de botulismo.
5. Prohibida la leche de vaca antes de los 12 meses, se relaciona con pequeños sangrados a nivel digestivo.
6. Obviamente, en bebés (y en niños pequeños) nada de zumos ni bebidas azucaradas. No sustituyen a la fruta y son una fuente tremenda de azúcar.
7. Si quieres practicar baby led-weaning, con cuidado. Los frutos secos siempre pulverizados, nada de alimentos duros en trocitos que puedan suponer riesgo de asfixia.
8. Evita postres lácteos azucarados, batidos, galletas y alimentos azucarados o embutidos, no son necesarios. Cuanto más tarde empecemos, mejor. Por mucho que ponga que son productos especiales para bebé, no son mejores. Son procesados igual, con mucho azúcar, pero un precio mayor que los de “los mayores”.
Vale, ¿y qué sí haremos?
1. Sigue ofreciendo pecho o biberón cuando lo demanda.
2. Comienza a ofrecer agua cuando el bebé comience a comer. ¿Cuánta? La que él quiera.
3. Ofrécele frutas de temporada, bien lavadas y peladas. No hay ninguna que no pueda tomar. ¿Cuándo? Pues si te viene bien de merienda y si no a media mañana.
4. A partir de los 6 meses comenzaremos con los cereales con gluten y los sin gluten también. ¿Cómo? Tienes arroz, pasta, pan. Si decides darle papillas de cereales industriales, que no sean dextrinados, sino de grano completo. Llevan mucho menos azúcar.
5. En crudo ponle un chorro de aceite de oliva virgen extra a la comida. Es el mejor aliño y una maravillosa fuente de grasas saludables.
6. Desde los 6 meses comienza a ofrecerle carnes, pescados, huevos y legumbres diferentes sin problemas. Separadas en el tiempo para ver que no le sienten mal.
7. Desde los 9-10 meses podemos empezar con pequeñas cantidades de queso fresco o yogur natural normal, no de los "especiales para bebé”.
8. Alimentación en trocitos o en puré lo decides tú con tu bebé.
No te asustes. Por lo que has visto no hay recetas mágicas. Evita las pautas rígidas. Relájate y disfruta de la experiencia. ¡Seguro que lo vas a hacer maravillosamente bien usando un poquito la cabeza!
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