Mercy James, la hija "gentil y tímida" de Madonna, cumple 18 años: "Una verdadera artista"

Hoy es un día muy especial para Madonna, y así lo ha querido compartir con el mundo entero. Hace 18 años nació Mercy James, la hija que la intérprete Celebration adoptó cuando la pequeña apenas tenía tres años y que voló desde Malawi para reunirse con la que no tardó en convertirse en su familia. Con 51 años, la artista decidió sacar a Mercy del orfanato en el que vivía después de que su madre biológica falleciera y darle una vida en la que no le faltase de nada.

Junto a un vídeo en el que ha recopilado los mejores momentos junto a la joven -en los que se aprecia su notable cambio con el paso de los años- Madonna le ha dedicado una emotiva carta en la que ha expresado lo mucho que la quiere y lo orgullosa que está de la mujer en la que se ha convertido esa pequeña que llegó para cambiarle la vida: "Siempre fuiste la callada. La hermana gentil, tímida y estoica".

La cantante ha confesado que, mientras el resto de sus hijos reclamaban atención, Mercy estaba "escondida bajo la sudadera". En esta felicitación por su mayoría de edad, la cantante ha destacado de la joven su humildad y amabilidad: "Siempre la primera en decir gracias. La primera en recoger la mesa después de cenar. La primera en venir y abrazarme y decirme cuánto aprecias algo".

Cabe recordar que Madonna tiene otros cinco hijos más. La mayor, Lourdes, tiene 27 años y nació fruto de la historia de amor entre la cantante y Carlos León; le sigue Rocco, de 23, cuyo padre es Guy Ritchie. Por encima de Mercy James está David Banda, también de 18 años y a quien adoptó en 2006. Y luego están las hermanas pequeñas, Stella y Estere, que tienen 11 años. "¡Te deseo el más feliz de los cumpleaños! Lo más feliz de todo, porque te lo mereces", ha terminado escribiendo Madonna, subrayando que, aunque las dos detestan el marisco, el mundo es una ostra que está esperando que Mery la devore.

Y, aunque se ha mantenido discreta en el panorama mediático, Mery James no ha dudado en seguir el legado de su madre en el mundo de la música: "Una verdadera artista. Esa mano que una vez estuvo congelada en tu boca cuando eras niña, ahora hace que la magia suceda cuando tocas el piano. Ya sea Erik Satie o Chilly Gonzales. Escucharte tocar Chopin todas las noches en mi show con tanta confianza es muy emocionante".

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