Iker Casillas, el truco con el que evita hablar de su divorcio de Sara Carbonero

Son muchos los famosos que, en cuanto ven acercarse a ellos una cámara cogen su teléfono móvil y fingen mantener una conversación de lo más interesante para escapar de preguntas incómodas a las que prefieren no responder. Y, mucho tememos, Iker Casillas ha recurrido a esta estrategia de escape cada vez más extendida entre las celebrities en el día en el que se ha confirmado no sólo su divorcio de Sara Carbonero, sino también que continúa con sus inversiones inmobiliarias y ha adquirido un lujoso ático valorado en más de 1.700.000 euros al que ya se ha mudado.

Muy serio, y visiblemente molesto por la presencia de la prensa tras tomar algo en una cafetería cercana a su nueva casa, Iker decide evitar las preguntas relacionadas con la firma de su divorcio cogiendo su móvil y comenzando una conversación al parecer de lo más interesante.

Así, concentrado en su teléfono, Iker evita confirmar si el divorcio ha sido de mutuo acuerdo y si, como se ha publicado, la custodia de sus dos hijos, Martín y Lucas, ha sido para Sara Carbonero aunque él podrá verlos con total flexibilidad.

Ignorando a la prensa, el exfutbolista tampoco se pronuncia sobre el espectacular ático al que se ha mudado recientemente, comenzando así una nueva etapa de su vida en la que a pesar de su ruptura, continúa presumiendo públicamente de su complicidad con Sara intercambiando comentarios de cariño y piropos en redes sociales.

Y eso que en los últimos días muchos se ha hablado del posible romance que podría haber mantenido supuestamente con Lara Dibildos, aunque ni ella ni Casillas han confirmado ni desmentido nada.

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