LA FILIGRANA HA LLEGADO AL MUNDO DEL CAFÉ
Wasabi latte y otras cosas que le pueden suceder a tu café
El wasabi latte acaba de llegar a Nueva York y parece ser que en la Gran Manzana están entusiasmados. Y es que tanto el café como el wasabi son dos alimentos que cosechan amores y odios a partes iguales: si eres fan de los dos, este mejunje es, sin duda, la mejor manera de despertarte. Aquí reunimos algunos potingues cafeteros que nos han hecho llevarnos las manos a la cabeza.
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Wasabi latte. Existe su versión con poco café (más leche y wasabi), de color verde, y luego la versión en que se añade un chorro de espresso al invento y el café sigue conservando su color marrón. Se han empezado a comercializar en el Round K Café de Nueva York y parece ser que su creador, el barista Byeon Ock Hyeon, no para de prepararlos. La idea consiste, simplemente, en añadir a la leche sirope de wasabi (el resultado de poner a hervir wasabi, azúcar y agua), algo que se le ocurrió a su creador tras ver la gran cantidad de snacks de wasabi que se comercializan. "El wasabi es cremoso, ¿no? Pues me pareció que iría bien con el café".
Café frío. La fiebre del 'cold brew', generalmente aplicada a frutas y verduras para conservar todas sus propiedades, ha llegado al mundo café, que especialmente en estas fechas se consume frío. La gente de Café Fred, una compañía de Barcelona especializada en la comercialización de cafés fríos 'cold brew', lo tenía claro cuando lanzó al mercado su criaturita: ¿para qué pedir un café caliente y después enfriarlo con hielo si se puede pedir directamente frío? Todo ello, gracias a un proceso que consiste en macerar los granos de café molidos en agua fría durante un periodo de tiempo de hasta 24 horas. Después de ese tiempo y de un doble filtrado, se convierte en un café concentrado que conserva todos los matices, su dulzura natural y los aromas originales. Tiene mucha menos acidez, algo más de cafeína que otros cafés y está realmente bueno.
Kopi Luwak. Es el café más caro del mundo, que asciende a los 900 € el kg y procede de los excrementos de la civeta, un animal malencarado mezcla entre zorro y gato. Al parecer este animal traga los granos de café enteros y después, claro, se desprende de ellos, pero tras su paso por el estómago del animal y en contacto con sus ácidos adquiere, al parecer, un sabor y matices espectaculares.
Café salado. Ya se comercializa en diversos establecimientos de Asia, pero su éxito, al parecer ha sido relativo. Se trata de un latte de aspecto convencional, que en lugar de crema de leche lleva una espuma de sal marina de aspecto similar. Se trata de lamer primero la crema, para que la sal despierte nuestros sentidos, y proceder después a tomar el café.
Café sólido, gaseoso o esferificado. En el libro 'Cooking Coffee, Albert Adrià for Lavazza' se recogen más de una veintena de recetas de café elaboradas por el chef de Tickets, que incluyen esta bebida en su versión sólida, gaseosa o esferificada.
Té de café. Atención, porque son muchos los que ya han comenzado a sustituir el café espresso por una infusión de hojas de café, que produce una especie de té de café ligero, energético y con numerosas propiedades. Puede consumirse también con leche.
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