Tres tipos de comidas que son peligrosas para tu cerebro

Max Lugavere y el doctor Paul Grewal son los autores de 'Genius Foods', un libro en el que se describen los vínculos entre nuestro cerebro y los alimentos. Se trata de un trabajo en el que hay mucho corazón puesto que Lugavere ha dedicado su vida a trazar vínculos entre los alimentos y nuestra mente, tratando de buscar cuáles son los más dañinos después de que a su madre la diagnosticaran con un tipo raro de demencia. Tras una ardua investigación, ha señalado a tres grupos de alimentos que anima a evitar por su carácter dañino.

Hidratos de carbono de combustión rápida. No solo estamos hablando de 'fast food' o de bebidas azucaradas, sino también de trigo refinado, por ejemplo, como el que está presente en la pasta o en el pan blanco. Lo que ocurre con estos cereales 'blanqueados' es que hacen subir rápidamente el azúcar en sangre y obligan al cuerpo a producir insulina para regularlo. Si consumimos hidratos de carbono refinados de manera habitual -y si abusamos de ellos, sobre todo-, acabaremos teniendo un nivel de insulina elevado de manera crónica y hay estudios que vinculan esto al Alzhéimer.

Aditivos en alimentos. Hay dos emulsionantes utilizados habitualmente en la industria como son el polisorbato-80 y la carboximetilcelulosa y que se emplean para conseguir esa textura suave y cremosa que muchos alimentos procesados necesitan y a la que nos hemos hecho adictos. Pues bien, tienen la capacidad de alterar la microbiota intestinal, lo que puede derivar en cáncer de colon, pero también pueden interferir con la función metabólica en el cerebro, haciendo que el estado de ese órgano se resienta y abonando el campo para la aparición de enfermedades como el Alzhéimer.

Aceites industriales. Obviamente nos referimos a los no saludables, no al aceite de oliva virgen extra... Muchos aceites de cocina están hechos a partir del ensamblaje de procesos químicos, lo que los hace poco saludables. Un ejemplo es el proceso utilizado para crear aceite de canola, que produce grasas trans y que pueden provocar demencia. Además, generan aldehídos, que afectan la capacidad del cerebro para producir energía. ¿Otros aceites industriales poco saludables que conviene evitar? Los de maíz o soja, por ejemplo.