¿VAS A PASAR POR LA ISLA ESTE VERANO? TOMA NOTA
Tres chiringuitos para perderse en Formentera
Formentera es uno de los lugares más hermosos del mundo, un rincón en el que perderse para siempre, aquel lugar del mundo en el que seremos capaces de relativizarlo todo, tomar mucho aire y cargarnos de energía para afrontar las que vayan cayendo durante el año. Y si ese ejercicio se hace en uno de estos tres chiringuitos, nuestros preferidos, mejor que mejor.
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KIOSKO BARTOLO
Se escribe así, sí, con dos k. Lo que nos da una idea del espíritu irreverente, tan alejado de esa sofisticación mal entendida con sello D&G que a menudo impera en Formentera. Bartolo es un símbolo de "la otra" Formentera, en que las gafas XXL y los taconazos nocturnos dejan paso a las chanchas y el despelote, frente al mar, en el recóndito Caló d'es Mort. Apenas cinco mesitas y la posibilidad de saltar al agua entre trago y trago de caña hacen de Bartolo uno de los lugares más auténticos de la isla, donde podremos comer desde bocadillos a platos sencillos a precios más que ajustados teniendo en cuenta la media de la isla. Y además podremos comer descalzos, felices, con el pelo ensortijado y el mar ante nuestros ojos.
Caló d'es Mort.
RESTAURANTE PELAYO
Es otro de los lugares de batalla en Formentera, de esos sitios en los que huir de poses y precios desorbitados y entender la esencia de una isla que invita a no quitarse el bikini en todo el día. Aquí podremos disfrutar de una carta sencilla y variada, con especialidad en pescados frescos y arroces, y nos harán macropaellas para grupos que probablemente pasarán a formar parte de las instantáneas del verano. Es obligatorio pedirse sus tradicionales sardinas a la brasa y acabar la jornada, a poder ser, con un gin-tonic sin cardamomos ni ornamentos tumbados frente al mar.
Playa d'Es Migjorn.
AMORE I ODIO
Otro chiringuito informal, como los anteriores, unas cuantas mesas agolpadas en una playa de ensueño, un lugar en que lo importante no es la presentación de los platos o la sofisticación de los tragos sino justamente todo lo contrario. Amore i Odio es aquel reducto de la Formentera hippy que a todos nos viene a la cabeza, ese espacio perdido en una hermosa playa muy frecuentado por italianos, un chiringuito por el que pasarse a todas horas del día, ya sea para tomar unas cañas, un café, atacar una tabla de quesos o embutidos a media tarde o, en los ágapes principales, hacerse con unas pizzas o con alguno de sus platos italianos, entre los que predomina la pasta.
Playa d'es Caló, s/n.
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