No todo son comidas ligeras
Siete comidas veraniegas que hacen crecer tu barriga
No, no son gases, es que se te está yendo la mano con estos alimentos.
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Siempre asociamos el verano con platos ligeros y saludables, pero no es oro todo lo que reluce... Hay platos emblemáticos de esta época del año que tomamos sin preocuparnos demasiado, como si no estuviéramos cargando el cuerpo de grasas saturadas, calorías, azúcares... No pasa nada por tomarlos de vez en cuando, pero un poco de moderación te vendrá bien.
'Pescaíto' frito. Que el pescado debe formar parte de una dieta saludable es algo que todos tenemos claro. El problema viene cuando, día tras día, nos vamos al chiringuito y nos apretamos una de chopitos, una de cazón en adobo o unos boquerones fritos. Dependiendo del tipo de fritura, el número de calorías se puede disparar hasta las más de 400 por ración. ¿La solución? Tomarlo a la plancha o al horno: mucho más ligero y saludable.
Mojitos. No te hagas líos, que una cosa es que las bebidas veraniegas sean fresquitas y otra cosa que no engorden. Es el caso del mojito, hecho a base de ron blanco y que incluye soda, albahaca y... azúcar. Dos cucharaditas lleva la receta original, lo que, sin duda, explica que tenga un sabor tan delicioso. El cóctel tiene 200 calorías y piensa que nunca te tomas solo uno.
Ensaladilla rusa. El verano es la época dorada de la ensaladilla rusa y es fácil que nos encontremos con ella dia tras día en bares y restaurantes. Pues bien; es un plato altamente calórico, que se va por encima de las 500 calorías por cada 100 gramos. Se suele combinar con una cañita y unos picos de pan, lo que eleva aún más la factura energética que le estamos metiendo a nuestro cuerpo.
Ensalada de pasta. En verano, siempre se recomiendan las ensaladas como platos únicos en los que confiar para mantener la línea. Sin embargo, no todas son iguales: en el caso de la ensalada de pasta, por ejemplo, podemos pasar holgadamente de las 350 calorías. Todo depende de la cantidad de pasta que incluyamos respecto al resto de ingredientes. Si reducimos la presencia de pasta a un puñado en beneficio de otros ingredientes, la haremos más saludable.
Frutos secos. ¿Por qué los cócteles de frutos secos son tan recurrentes en verano? Porque son una tapa omnipresente en bares para acompañar las cañitas, porque son el clásico snack que se puede llevar a todas partes, incluida la piscina o la playa, y porque están deliciosos. Hay que tener en cuenta que los frutos secos suelen ir fritos y salados, lo que hace que 100 gramos tengan casi 600 calorías. Mejor tomarlos hechos al horno o al natural.
Hamburguesas. Finalmente, vamos a incluir aquí el plato más emblemático de la comida rápida. No sabemos si es por que en verano nos cuesta un imperio meternos en la cocina -ay, el calor, que malo es-, pero lo cierto es que tiramos mucho de ellas en verano. Las que compramos ya hechas suelen ser más ricas en grasas saturadas que las que hacemos en casa. La grande se acerca a las 500 calorías. La mediana se queda en unas más modestas 400, pero aún así hay que tener cuidado...
Helados. Obviamente, cada helado es un mundo, pero hay que pensar que los que incluyen leche, chocolate y demás suelen pasar de las 300 calorías holgadamente. Hay más problemas: tienen una buena cantidad de grasas -algunos llevan aceite de palma en una proporción u otra- y azúcar a cascoporro. Lee las etiquetas nutricionales para intentar elegir los que son un poco más saludables.
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