QUE LLEGUEN A ESPAÑA YA, POR FAVOR
Los Angeles, paraíso de los 'food trucks'
Con ánimo científico y divulgativo (un poco festivo también) visitamos para Cocinatis.com algunas de las reuniones de 'food trucks' de Los Angeles en busca de pruebas fehacientes, gráficas y orales, que certifiquen las bondades de la comida ambulante moderna.
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(Nota: Es cierto, la hipótesis de inicio es que lo de comer en la calle, a precios razonables, con buen tiempo y muchas cosas ricas para elegir es más divertido que un debate entre Pablo Iglesias y Esperanza Aguirre. Hay que reírse con ellos. Por eso buscar pruebas da tanto gustito).
En Los Angeles puedes toparte con un ‘food truck’ en la calle, en estaciones de servicio o incluso en movimiento por las zonas de obras haciendo sonar la música de La Cucaracha como reclamo, aunque no pueden estar mucho tiempo en el mismo sitio. El problema es que rara vez esa maravillosa imagen te pillará caminando, así que abandonar tu ruta y buscar aparcamiento (mientras salivas copiosamente) complica la experiencia.
Si de verdad tienes hambre de ‘food trucks’ una buena opción es acercarse a los eventos gastronómicos comunitarios. Casi en todas las zonas de L.A. se organiza uno diario, semanal, quincenal o mensual, en aparcamientos, solares o calles. Pueden ser para la comida, entre las 11 y las 15 h, o para la cena, a partir de las cinco de la tarde.
Qué lástima no tener más hambre
La oferta y variedad en los ‘food trucks’ es enorme, como casi todo en América. Abunda la comida mexicana; burritos, quesadillas y los deliciosos tacos de carnitas o carne asada con cilantro, cebolla y salsa de tomatillo verde y chile sobre una sabrosa tortilla de maíz como los de Tacos El Gallito, The Surfer Taco, Hang10Tacos o Nacho's Tacos y Tortas (@lostacosdenacho).
Obviamente no pueden faltar hamburguesas y hot dogs. La lista es interminable; desde el háztelo tú mismo del Rounds Premium Burguers, pasando por las ‘sliders’ delicatesen de Slammin'Sliders hasta las gourmet de Baby's Badass Burguers servidas por las Burguer Babes, las heavy metal de Grill 'Em All o las enormes de Me So Hungry (www.mesohungrytruck.com). Muy apreciados son los sandwiches de cerdo ahumado de Chop Daddy's y los de queso a la parrilla de The Grilled Cheese Truck que en Venice son de los primeros en agotar existencias.
Otro must es la langosta. Hay food trucks que solo sirven este marisco en decenas de versiones como Cousins Maine Lobster o Lobsta Truck pero muchos de los habituales han ido incluyéndola como ingrediente en sus platos.
La fusión mola
Además de todos los ‘trucks’ de cocinas del mundo; argentina, italiana, brasileña, caribeña, francesa, alemana, india, japonesa, china, coreana... el tema de la fusión arrasa en Los Angeles. Lo más habitual es la mezcla de asiático con todo lo demás. Entre los ‘celebrities’ está Kogí BBQ por sus tacos de cerdo picante o sus Kimchi quesadillas, Belly Bombz, por su alitas de inspiración coreana, y Don Chow Tacos cuyo lema es Where Chino meets Latino (donde lo chino se encuentra con lo latino). Los perritos aliñados a la japonesa de Japadog son otra opción llegada desde Canadá.
En Estados Unidos lo dulce gusta (y mucho). Siempre encontrarás un camión de helados o de ‘cookies’ o de la combinación de ambas cosas como los deliciosos sándwiches de Chunk N Chip. También hay cupcakes, pancakes y gofres, estos últimos a veces unidos al pollo frito (de verdad, la extraña pareja Chicken and Waffles tiene bastantes adeptos).
Elegir es comer
En una ciudad hecha por y para los coches y con un tráfico en ocasiones desesperante esta cuestión es de suma importancia. En Twitter (www.twitter.com), en Yelp y en webs como Find LA Food Trucks o Roaming Hunger puedes rastrear tu camión favorito pero mientras decides cuál es en Lot Mom informan de todas las suculentas reuniones del área de Los Angeles y Orange County.
Por situación, en zona turística y con más cosas que visitar antes y después de comer, es obligatorio hablar de Los Primeros Viernes de Abbot Kinney. Abbot Kinney es una calle ‘hipster’ de Venice Beach en la que además hay tiendas y bares donde tomar una cerveza (los ‘food trucks’ no pueden vender alcohol y su consumo está prohibido en la calle). Como su nombre indica se celebra los primeros viernes de cada mes a partir de las seis de la tarde (oficialmente termina a las diez de la noche), se pueden llegar a reunir medio centenar de camiones y las colas de clientes en los más populares son demasiado largas para tener hambre.
Bastante más pequeño es el Santa Mónica Lot. Todos los martes, de cinco a nueve y media de la noche, una decena de camiones se sitúan en el aparcamiento anexo al muy bizarro California Heritage Museum, una casa construida en 1894 para el hijo del fundador de Santa Mónica. El público es más familiar, está cerca de la playa y se puede comer en el jardín del propio museo.
Menos frecuentado por turistas es el DinDinAGoGo con dos ubicaciones, martes y jueves, en el área entre Redondo Beach y Long Beach. En el de los jueves los camiones forman un rectángulo en el aparcamiento de un instituto, al aire libre pero con sombra, y en el medio colocan mesas y sillas. No siempre acuden los mismos ‘food trucks’, al igual que en Santa Mónica.
Y ya solo quedan tres pasos: pedir, recoger y degustar. Enjoy your meal! (equivalente aproximado a ¡que aproveche!).
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