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Diez consejos para cuidar tu pecho

Cuidar los senos es una parte importante del protocolo de salud y belleza de cualquier mujer.

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Más allá de echarnos crema antiedad en el escote para evitar la aparición de arrugas, en general nos olvidamos de cuidar adecuadamente la zona del pecho. Sin embargo, resulta extremadamente necesario tener una rutina diaria de belleza y vigilancia de esta parte del cuerpo, ya que puede minimizar los riesgos para la salud y permitirnos disfrutar de unos senos en plena forma por más tiempo.

El cuidado regular y el autoexamen pueden mantenernos alejadas del desarrollo de quistes mamarios e incluso del cáncer de mama. Pero además, en la parte estética, atender a las necesidades del escote y el pecho, una de las áreas más delicadas del cuerpo de una mujer, puede retrasar la debilitación y la pérdida de forma y tersura provocada por el paso de los años, la gravedad o los embarazos.

El doctor Diego Tomás Ivancich, cirujano plástico, estético y reparador, nos da estos 10 tips para cuidar nuestros senos y ganar en salud y en belleza.

1. Evita los deportes de mucho impacto. “Al correr o al practicar deportes en los que se rebota, se genera un desplazamiento y distensión de los tejidos y aumenta el riesgo de estiramiento del ligamento de Cooper, lo que provocaría una flacidez prematura en la zona del pecho”. Por su parte, practicar actividades como el pilates, las pesas o la natación tiene muchos beneficios, ya que el objetivo de estos ejercicios es tonificar los músculos de los pectorales.

2. Elige un sujetador de la talla correcta. Y a ser posible, con tirantes anchos para que sujete bien y sin aros que presionen el pecho. Si los senos no se sostienen adecuadamente, los ligamentos se estiran demasiado y se hunden. Para evitar esto, es importante comprar sujetadores del tamaño y la forma correctos, y también usarlos adecuadamente. Recuerda medirlos de vez en cuando, ya que los senos cambian de forma con el paso del tiempo y las prendas también se desajustan con el uso y los lavados.

3. Cuida la alimentación. Llevar una dieta equilibrada y saludable también puede ser muy bueno para los senos. Incorpora alimentos bajos en grasa, altos en fibra y granos integrales. La soja, el tofu y el miso reducen el riesgo de enfermedad fibroquística de las mamas y disminuyen el crecimiento de células tumorales. “Lo ideal es consumir alimentos ricos en antioxidantes y vitamina E. Por ejemplo, la naranja, la fresa y verduras verdes como la espinaca o la rúcula”, asegura el doctor. El salmón, el aceite de oliva, el brócoli, las nueces y el café, también te aportarán beneficios.

La importancia de beber 2 litros de agua diarios
La importancia de beber 2 litros de agua diarios | Daria Shevtsova | Pexels

4. Mantén el peso. Cuando subes de talla o adelgazas demasiado rápido, los senos también cambian de tamaño, lo que hace que la piel se estire y siempre pueda volver a su forma. Con los años, esta comenzará a verse laxa. “Para que el pecho no se deforme resulta esencial no subir ni bajar de peso drásticamente. Conservar la talla hará que la piel sea más elástica y que el músculo no esté flácido”. Hacer ejercicios específicos como flexiones regulares durante quince minutos todos los días, contribuirá a mantener tus senos más firmes.

5. Protege la piel del sol. No protegerse adecuadamente ante la exposición solar contribuye al envejecimiento prematuro de la piel de igual manera que abusar del tabaco. Los senos tienen una piel muy sensible, cubrirlos con ropa no los protege del daño solar. Si tienes la piel clara y sensible, es recomendable usar protector solar durante los meses de mucho sol para proteger los senos del cáncer de piel y evitar la flacidez.

6. Hidrata el pecho a diario. Es importante hidratar los senos y el área que los rodea de forma rutinaria, como hacemos con cualquier otra parte del cuerpo. Utiliza cremas que contengan ingredientes como el ácido hialurónico y la manteca de cacao para retrasar la aparición de estrías producidas por cambios importantes de volumen (un embarazo, por ejemplo).

7. Bebe mucha agua. Al menos 2 litros al día. Hidratarse por dentro de forma constante es fundamental para el organismo y, por lo tanto, también para la piel.

8. Exfolia la piel del pecho una vez por semana. Según el Dr. Ivancich, “Esta oxigenación favorecerá la absorción de otros productos cosméticos, además de dejar la piel muy suave y bonita”.

9. Evita aplastar el pecho al dormir. Los especialistas recomiendan dormir de lado y con alguna sujeción que evite la aparición de surcos en la piel.

10. Masaje de agua fría. El agua fría ayuda a tonificar la piel del pecho. Aprovecha el momento de la ducha para masajear tus senos a modo de reconocimiento, también para aumentar la circulación sanguínea. Presiona suavemente hacia arriba con los dedos, y después hacia un lado y otro de las agujas del reloj.

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