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Guía para saber reaccionar

Tu novio no se empalma y otras situaciones embarazosas en el sexo

Analizamos algunas de las situaciones más incómodas en lo que a sexo se refiere, para que tengas las herramientas adecuadas para saber reaccionar.

Pareja con problemas

Pareja con problemasiStock

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El sexo puede ser muy divertido y excitante, pero también torpe y un poco incómodo. A veces, incluso hablar de sexo puede resultar complicado. En una encuesta reciente a 1.686 mujeres de 25 a 49 años, el 24% de ellas dijo que hablar sobre sexualidad les parecía embarazoso.

Cualquiera que sea la razón que os lleve a vivir esa experiencia sexual menos ideal o satisfactoria, desde que tu pareja termine mucho antes de que tú puedas llegar al orgasmo hasta que uno de los dos simplemente no tenga ganas de hacerlo, aquí te mostramos cómo manejarlo.

Situación 1: no dura tanto como quisieras

No todas las sesiones de sexo deben ser un maratón. El ‘aquí te pillo aquí te mato’ puede ser muy excitante, pero si tu pareja termina rápidamente y te deja colgada, tu estado de ánimo pasará de caliente a cabreada en 3 segundos.

Si alguna vez te has quedado con las ganas porque tu compañero ha llegado antes que tú y no se ha molestado en currárselo un poquito contigo, descuida, no estás sola. Según esa misma encuesta, el 72% de las mujeres han experimentado esa horrorosa situación en la que su pareja llegó al clímax, pero no hicieron ningún intento por ayudarlas a terminar. Si tu pareja se corre rápidamente y te deja con ganas de más, ponte en tu sitio.

Problemas de erección
Problemas de erección | iStock

Atrévete a hablar con él y decirle algo como: “¿Qué podemos hacer para retrasar esto un poco? Me encantaría que terminásemos a la vez” o “¿Y si jugamos a que yo tenga un orgasmo primero?”. Encuentra tu forma, pero díselo. Después de todo, un buen compañero sexual disfruta cuando tú también disfrutas. Muchas mujeres tienen miedo a hablar de estos temas porque no quieren herir los sentimientos de sus parejas, pero se trata de buscar soluciones para convertirles en mejores amante, y eso seguro que quieren escucharlo.

Situación 2: no sueles estar de humor

Acabas de tener la mejor cita de tu vida con tu chico, y sabes que pasar a la cama sería la guinda del pastel. El único problema es que no estás de humor.

Lidiar con esto sin hacer ni decir cosas de las que luego te arrepientas es difícil pero no imposible. Piensa en explorar diferentes caminos de placer que os hagan felices a ambos. El placer no siempre tiene que ver con el sexo como lo vemos habitualmente, puede ser mucho más que pene y vagina o sexo oral. Hay muchas otras cosas que podemos hacer para fomentar la intimidad. Masajes, besos, caricias, juguetes…

Si nada de esto funciona, puede que lo que te pase tenga algo que ver con el llamado trastorno de deseo sexual hipoactivo. Si empieza a ser un problema recurrente que está afectando negativamente a tu calidad de vida o a la calidad de tu relación, habla con un médico o un terapeuta sexual. Este trastorno HSDD se debe a una falta continuada de deseo de actividad sexual que causa angustia.

Aquí tampoco estás sola: en la encuesta mencionada anteriormente, el 37% de las encuestadas dijo que con frecuencia no estaba de humor para tener relaciones sexuales por "razones desconocidas".

Situación 3: tu pareja no puede mantener su erección

Esto es tan común que empieza a ser muy poco divertido. El “es la primera vez que me pasa” puede crear un ambiente realmente incómodo en el dormitorio. Sobre todo cuando definitivamente no es la primera vez que le pasa.

Todos los hombres, sin excepción a esta regla, en algún momento de su vida sexual tienen problemas para lograr o mantener una erección. Lo dicen los expertos. Y les creemos más que a ellos. Hay muchas cosas que pueden interferir en la capacidad de un hombre para armar una tienda de campaña (y algunas deben ser tratadas por un especialista). Pero las más comunes son dos: el consumo de alcohol y, OJO, la falta de privacidad al hacer el amor.

Si estás en esta situación, lo primero que no debes es hacerle sentir peor. Trata de normalizarlo y sugerir actividades que no giren en torno a la penetración. Intenta ralentizar los tiempos. “Ok, no pasa nada. Vamos a hacer otra cosa”. Tal vez solo necesite un masaje, que le acaricies justo donde más le gusta… puede que lo que le excite sea que le complazcas tocándote tú. Averigua qué necesita para alejar de su mente la no erección. Y aparecerá.

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