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Son infalibles

Estos son los mejores trucos contra la resaca

Para evitar la resaca solo hay un secreto: no beber. Muchos abstemios se quejan de que la vida sin alcohol resulta no solo complicada, sino prácticamente imposible, porque vivimos en un país en que tanto la vida social como las reuniones familiares suelen asociarse invariablemente al consumo de vinos, cervezas y cócteles.

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Somos, además, un país productor de vinos, una de las causas de que “se haya instaurado con mucha fuerza la creencia totalmente errónea de que un vasito de vino al día es saludable”, explica la médica y nutricionista Núria Monfulleda, del centro Loveyourself, en Barcelona. “El alcohol es perjudicial para la salud y está relacionado con un montón de enfermedades, de manera que lo ideal es no consumirlo”, explica Monfulleda, y sentencia: “Nunca”.

Los datos son demoledores. El Fondo Mundial de Investigación contra el Cáncer alertó en 2016 de que una simple copa al día puede tener una relación directa con el desarrollo de siete tipos de cáncer (cavidad oral, colon, hígado, mama, faringe y laringe, esófago y estómago). Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmaba en su informe Alcohol in the European Union. Consumption, harm and policy approaches, en 2012, que el consumo de alcohol tiene relación directa con más de sesenta tipos de enfermedades y alertaba sobre los llamados “atracones de alcohol”, es decir consumir grandes cantidades de forma ocasional, un hábito muy perjudicial con consecuencias devastadoras sobre la salud.

Así pues, mejor que engañar al cuerpo con trucos como tomar grasas por la noche, chicles contra la resaca, ibuprofenos antes de dormir y todo tipo de triquiñuelas para burlar la resaca, lo primero que debemos hacer para evitarla es beber menos. Si además seguimos una serie de pasos antes y después de consumir alcohol, le habremos ganado la batalla a aquel viejo dicho de “noches alegres, mañanas tristes”.

Agua y vino al 50%

La nutricionista Pilar Esquer, profesora de la escuela Gasma, en Castellón, prescribe siempre a sus pacientes un truco infalible para beber menos en las comilonas. “Les insto a que se pongan dos copas, una de agua y otra de vino, y a que ambas bajen a la misma velocidad. Es decir, si toman una copa de vino deben tomar también una de agua, y no pueden rellenar el vino hasta que no acaben el agua”, explica la experta. Es una buena manera no solo de rebajar el consumo de alcohol, sino también de mantenernos hidratados, ya que el alcohol deshidrata y necesitamos reponer líquidos constantemente.

Mañana resacosa
Mañana resacosa | iStock

Un platito de pasta o un bowl saludable

Tras un atracón de alcohol, nuestro cuerpo necesita azúcares, ya que la resaca conlleva hipoglucemia. Dado que suele ir acompañada de cierto malestar digestivo, lo más recomendable es evitar alimentos muy pesados –que curiosamente suelen ser los que más nos apetecen–, como hamburguesas, quesos o churros y optar por pasta o arroz. Una buena opción para un domingo de resaca es, por ejemplo, un buen brunch que incluya pan y un bowl con yogur, que al tener probióticos nos ayudará a restaurar la flora intestinal. Si además incluimos fruta que aporte azúcares la batalla estará prácticamente ganada.

Nada de paracetamol

Si el daño ya está hecho y nos encontramos de buena mañana con una resaca de órdago, mejor no tomar paracetamol pensando que es más suave que el ibuprofeno. El paracetamol hará trabajar a nuestro hígado, que ya está suficientemente ocupado tratando de metabolizar el alcohol de la noche anterior, de manera que es mucho más recomendable optar por un ibuprofeno.

Cócteles sin alcohol

No es necesario tomarse cinco cócteles a lo largo de la noche y caer en un atracón de alcohol, también conocido como binge drinking. Podemos tomar apenas un cóctel con alcohol y optar por propuestas sin alcohol que nada tienen que envidiar a los cócteles con base de destilados. Por suerte, las coctelerías de nuevo cuño, conscientes de las necesidades del consumidor contemporáneo, se han puesto las pilas –y muy bien puestas– en la creación de cartas de cócteles sin alcohol magníficas.

Agua y más agua

No solo, como decíamos, durante la cena, sino también durante toda la noche, antes de acostarnos y al día siguiente. Ir intercalando el consumo de alcohol con tragos de agua evitará la deshidratación y reducirá el dolor de cabeza, que se debe básicamente a la falta de líquidos.

El resopón

Siempre que el cuerpo nos lo pida y no tengamos que forzarlo en exceso, es una buena opción comer algo antes de ir a la cama que nos ayude a absorber el alcohol. Es conveniente evitar los alimentos excesivamente grasos, indigestos o refinados y optar por tentempiés simples que pueden ir desde una rebanada de pan integral con aceite de oliva y una rodaja de tomate o aguacate, un yogur natural o un bollo casero. La vitamina B es importante tras una ingesta elevada de alcohol, y aunque no esté demostrado científicamente que tomarla directamente tras su consumo tenga efectos demostrables, es cierto que podría ayudar a mejorar el funcionamiento del hígado. Esta vitamina se encuentra en numerosos alimentos, desde los cereales integrales a los frutos secos.

Mejor sin tabaco

El tabaco no solo es malo para la salud, sino que empeora las resacas, ya que afecta al estómago y empeora notablemente la tolerancia gástrica. Conviene tener en cuenta también que si hace tiempo que no bebemos no podemos someter al cuerpo a un festín de alcohol y tabaco que no va a ser capaz de asimilar, pues, en palabras de la nutricionista Paloma Quintana, “Muchas veces tendemos a pensar que las resacas son peores a medida que nos hacemos mayores, y no es del todo cierto. Lo que ocurre es que cuando somos jóvenes salimos mucho más a menudo y el cuerpo está más acostumbrado a tolerar grandes cantidades de alcohol”. No obstante, la nutricionista insiste: “el alcohol es perjudicial y, por tanto, deberíamos grabarnos a fuego que no se debe consumir, ni siquiera de forma esporádica”.

Cuidado con lo que bebes

Según el estudio The alcohol Hangover – A puzzling Phenomenon, incluido en el volumen Alcohol and Alcoholism, a cargo de científicos de la Universidad de Utrecht, el coñac es la bebida número 1 en cuanto a resacas monumentales, seguido del vino tinto, el ron y el whisky. A continuación, el vino blanco, la ginebra y el vodka dejan resacas mucho más moderadas –cuanto más transparente es una bebida menos resaca provoca– y, por último, la cerveza es la mejor opción para levantarnos como nuevos al día siguiente. Quintana, sin embargo, alerta de que el hecho de que la cerveza deje menos resaca y esté elaborada con ingredientes naturales “no significa que sea saludable y que podamos beberla regularmente, pues lleva alcohol igual y hay que tratarla como tal”.

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