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De ensaladas a salsas, pon una flor en tus platos

Que sí, que sí, que las flores también se comen

Lavanda, flor de calabacín, borraja, caléndula y capuchina: cinco flores que pueden utilizarse perefectamente en la cocina y que aportan bastante más que color a un plato soso.

La flor de calabacín, todo un tesoro gastronómico.

La flor de calabacín, todo un tesoro gastronómico.Wikipedia

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En la cocina, las flores (de especies comestibles, claro) no solo sirven para decorar platos pobres en color. Algunas resultan muy sabrosas y aromáticas y, pues, pueden convertirse en el ingrediente secreto para dar este toque de magia que necesitan tus platos. Toma nota de estas cinco flores y sus respectivas aplicaciones:

Borraja
Aroma:
Recuerda al gusto del pepinillo, pero más moderado.

A consumir con… pescados y mariscos, o bien para condimentar platos de verduras.

Capuchina
Aroma:
intenso, un pelín picante, con notas que recuerdan la pimienta negra.

A consumir con… brotes o usar para aromatizar una mantequilla o una mayonesa. Otra de sus posibles funciones, más original, sería realzar el sabor de recetas a base de patatas (espolvoreándolas con miguitas de capuchinas).

Lavanda
Aroma:
A utilizar en pequeñas medidas porque tiene un sabor muy pronunciado.

A consumir con… carne de cordero y salsas a base de miel. También favorable para dar un toque diferente a los postres: helados, cremas, tarta de limón y frutas cocidos.

Flor de calabacín

Aroma: un sabor sutil y suave de calabacín, con pinceladas que recuerdan a al gusto de una avellana.

A consumir con… quesos frescos, como ingrediente de una pizza o para condimentar un  risotto. También pueden servir para rellenar buñuelos salados.

Caléndula
Aroma: Ligeramente amargo.

A consumir con…. sus pétalos son ideales para iluminar ensaladas, también para condimentar una tortilla, un risotto, cakes salados o para preparar mantequillas coloreadas y perfumadas para servir con carnes a la brasa.

Lo que hay que saber de las flores:

Nunca hay que consumir flores que han sido tratadas, como es el caso de las de floristería, ni plantas que han sido sometidas a una fuerte contaminación (por ejemplo, las que se encuentran al lado de la carretera).

Y aunque parezca lógico, recordamos que quienes sean alérgicos al polen no deben comer flores bajo ningún concepto.

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