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EN DANS LE NOIR CENARÁS A OSCURAS

Ojos que no ven, paladar que lo siente

Cierra los ojos y trata de coger el tenedor. ¿Lo tienes? Bien. Ahora, intenta llevarte a la boca lo que tengas en el plato y vuelve a abrirlos, que tu madre te está gritando por dejarlo todo perdido. Parecía fácil, ¿verdad?. Pues no lo es. Compruebalo en Dans le Noir, un restaurante donde camareros invidentes te guían en una comida totalmente a oscuras.

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El interior de Dans le Noir, a oscuras. Cocinatis

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Más que un restaurante, Dans le Noir es toda una experiencia. Vas a comer, sí, pero sin ver absolutamente nada y los camareros, con problemas severos de deficiencia visual o totalmente invidentes, se convierten en tus ojos durante la aproximadamente hora y media que pasas dentro del oscuro comedor. Sin la vista, algo tan básico como comer puede convertirse en excepcional. Todos los sentidos se agudizan: todo huele más, sabe más, incluso se escucha más. Y es que, en este restaurante del barrio barcelonés del Born, la oscuridad, junto con la poca distancia que hay entre todos los comensales, incita a iniciar una conversación con el vecino anónimo al que ni siquiera has visto la cara. Algo parecido a lo que pasa cuando te sirven.

Al entrar al restaurante, se te asigna uno de los cuatro camareros y, sin ellos, estarías perdido. Se convierten en tu guia: te llevan hasta la mesa, te sirven y hasta los necesitas para ir al baño. Una prueba, según el director del restaurante, Matthieu Houee, “del valor de su trabajo y total capacidad para llevar a cabo cualquier tarea”. Con cada uno de los platos que sirven en Dans le Noir, se ha tenido en cuenta el ambiente en el que los vas a degustar. Sabores, olores y texturas por todos conocidos se convierten en un juego para adivinar qué ingredientes te estas llevando a la boca. Y es que la mejor parte es la sorpresa: hasta el final de la cena no sabes lo que estás comiendo. Y menos aún lo que has bebido.


Tomando vino a oscuras, las impresiones que te dan tus papilas son diferentes de las que te darían tus ojos. Tanto es así que, según Matthieu, desde la apertura del local en 2009, sólo un 10% de clientes ha adivinado la combinación de las tres copas de vino que pueden acompañar la comida. “En el juego de vinos, se hacen 4 combinaciones distintas al año mezclando tinto, blanco y rosado para que el comensal tenga que adivinar cuál hay en cada copa”, dice el director, que prepara con Jose, soumiller invidente, esta adivinanza líquida que se resuelve con una explicación digna de los mejores expertos. En definitiva, una experiencia que hace ya 5 años que, por un precio medio de 50 euros por persona, se puede disfrutar en Barcelona, de momento, el único Dans le Noir que hay en España. Pero no desesperes, que ya están pensando en abrir otro en Madrid.

Dans le Noir. Pso. Picasso, 10.

 

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