Un menú de domingo espectacular que se hace en media hora

¿Te cuesta que tus amigos vayan a tu casa a comer?, ¿te rehúyen sabiendo que lo tuyo no es la cocina? No te agobies: te explicamos cómo hacer un menú perfecto con el que se quedarán de una pieza. Tan sencillo que duele y sorprendente como pocos.

Recibe con un vermú

Un momento: ya te vemos a punto de abrir unas patatas fritas de bolsa y poner unas latas de cerveza sobre la mesa. Te proponemos una alternativa viejoven: un vermú, que pasa por ser la bebida de aperitivo más sexy del momento. Para esta ocasión tan especial, hemos elegido uno francés, el Quintinye Royal, complejo y delicioso gracias a su base de 12 plantas y especias minuciosamente seleccionadas por su pureza y sus propiedades aromáticas. Para acompañar, lo tenemos claro: unas gildas que se hacen en cinco minutos. Elige unas buenas anchoas de lata, unas piparras y unas sabrosas aceitunas sin hueso. Ensártalas con pincho de bambú de los que se encuentran en las tiendas de todo a 100.

Un primero ligero: el saam de mejillón y bacon

El saam, ese bocado que ahora sirven muchos chefs, desde el propio David Muñoz a Iñaki Oyarbide, se basa en prescindir de tostas para presentar los ingredientes y apostar por hojas de lechuga. Nuestra versión se apoya en unas hojas de cogollos de lechuga romana. Sobre ellos, un mar y montaña sencillísimo. La parte cárnica la vamos a hacer con una loncha de bacon que pondremos 15 minutos al horno y que dividiremos en tantos trozos como comensales haya. Sobre ella, dispondremos graciosamente el mejillón. Por encima, cilantro picado finamente, una hojita de menta y una cucharadita de salsa tártara. Se come con la mano envolviendo con la lechuga el contenido. Oh oh oh.

Un plato de pescado fresquito: tartar de atún

Montar un tartar de atún no tiene ciencia. Lo que vamos a hacer es usar un molde cilíndrico para que nos quede bonico del tó. Compramos un buen trozo de atún de temporada en el pescadero, lo picamos en daditos y lo maceramos en aceite, salsa de soja, ralladura de lima, vinagre de Jerez y sal durante 20 minutos. Para presentar, ponemos una base de aguacate cortado en daditos, el atún encima y coronando, cebollino cortado finamente y sésamo.

Una carnaca espectacular: solomillo de cerdo

Otro segundo que se hace solo. Compramos un solomillo de cerdo de buena calidad (no hace falta que sea ibérico) y lo maceramos durante unas horas en aceite, laurel, tomillo, romero, sal, ralladura de naranja y un chorrito de vino blanco en el frigorífico. Para prepararlo, basta con meterlo media hora al horno. Ojo con que no se nos pase, porque quedaría muy seco. Para acompañar, podemos hacer unas patatas panadera.