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TAMBIÉN CONOCIDA COMO 'FAST DIET'

La dieta 5.2 o cómo adelgazar ayunando

Se trata, a grandes rasgos, de comer lo que queramos durante cinco días de la semana y ayunar dos. Entendemos por ayunar ingerir poco más de 500 calorías repartidas durante todo el día, porque el ayuno total es una práctica peligrosa que en ningún caso recomendamos.

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Cualquier día es bueno para empezar a hacer caso al doctor Mosley. Cocinatis

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Fue, en su día, un bomm en Reino Unido y ahora ha llegado pisando fuerte a nuestro país. Es la Fast Diet, dieta 5.2 o dieta del ayuno, que consiste, básicamente, en comer durante cinco días a la semana de forma normal y ayunar dos (alternos). Dicen sus seguidores que es una dieta que permite perder peso a un ritmo constante pero no acelerado y, lo más importante, que no cuesta nada hacerla. La Fast Diet, aseguran, no crea ansiedad, pues pese a que un día estarás ayunando al día siguiente puedes comer con normalidad, lo que psicológicamente contribuye a no ponerte los nervios de punta.

La Fast Diet, pese a que han surgido múltiples reinterpretaciones, la inventó el doctor Michael Mosley en Gran Bretaña, y al poco tiempo se convirtió en una figura mediática de excepción gracias al éxito de su criatura. Y es que su método para perder peso tiene sus pros. Al contrario que Dukan y otros adalides del 'low-carb', la dieta de Mosley permite perder peso poco a poco, de forma constante y equilibrada, sin grandes cambios metabólicos que son los que finalmente van a provocar el efecto yoyó.

Otra de las ventajas de la Fast Diet es que es equilibrada nutricionalmente: no te priva de ningún nutriente, y además los días de ayuno, en los que sólo está permitido ingerir unas 600 calorías, se potencia el consumo de frutas y verduras frescas. No es, pues, una dieta altamente proteica que nos priva de los carbohidratos que nos dan energía, sino que es nutricionalmente muy equilibrada.

¿Los contras? No lo decimos nosotros, sino que fue el Servicio Nacional de Salud británico (NSH) el encargado de alertar a la población sobre los efectos adversos de la Fast Diet, aunque lo cierto es que en vista de lo que hemos visto después (la terrible dieta del pibón, por ejemplo) podemos concluir que no era tan terrible como pintaron en su día las autoridades sanitarias británicas. El NSH asegura que la Fast Diet priva al cuerpo por sistema de la energía que necesita durante dos días a la semana, por lo que es habitual que cause fatiga, irritabilidad y malestar.

Además, este tipo de dietas hacen que quienes las siguen coman de forma desordenada durante toda su vida (hay quienes han adoptado la 5.2 como un hábito de vida), y que lo que conviene precisamente es educar a la población para que adquiera unos hábitos saludables. Comer de todo, hacer ejercicio, varias veces al día y en pocas cantidades debería ser la máxima que deberían grabarse a fuego todos los fans de las dietas, porque aprender a hacer esto es aprender a llevar una vida saludable.

Esto no quiere decir, sin embargo, que ayunar sea malo. Al contrario. Hay muchos famosos adictos al ayuno (Alejandro Sanz, Vargas Llosa) que realizan periodos largos de ayuno controlado en clínicas carísimas con el objetivo de purificar el organismo, activar nuestras capacidades intelecturales y establecer una especie de retiro zen en el que eliminemos del cuerpo (y de la mente) todas las impurezas que hemos ido acumulando.

Para ello, hay centros especializados como la famosísima (y carísima) clínica Buchinger-Wilhemi de Marbella donde se realizan ayunos controlados (se recomienda un mínimo de quince días), acompañados de ejercicios de relajación, deporte suave, paseos y contacto con la naturaleza y al que son adictos no sólo muchos famosos, sino todos aquellos que pueden permitirse los 1.500 euros que cuesta una semana en este paraíso del relax.

 

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