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HAGAMOS FRENTE A LAS INCLEMENCIAS DE ESTE MES TAN TERRIBLE

Cuesta de enero, no te tenemos miedo: diez consejos para hacerle frente

Llegan estos días de enero y se suceden los desengaños: de repente eres pobre y gordo, dos cosas que no eras, o al menos no creías ser, el 20 de diciembre, aquella fecha mágica en la que creías ser de complexión física media y de clase social ídem. Ahora que eres pobre y gordo quieres poner remedio a la catástrofe y en Cocinatis, como siempre, vamos a echarte una mano. El otro día te hablábamos de las dietas más buscadas y hoy te damos algunos consejos para superar la cuesta de enero.

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Cuesta de enero, vade retro: no vas a poder con nosotros. Cocinatis

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1- No vayas nunca al súper con hambre. Es un clásico, pero hay que tomárselo en serio especialmente en épocas de vacas flacas. Acabarás gastando dinero en chucherías superfluas (y carísimas), snacks y otros picoteos que no sólo nos aportarán calorías vacías, sino que incrementarán notablemente el coste de nuestra cesta de la compra.

2- Planea los menús. A rajatabla. Una vez a la semana piensa en lo que vas a cocinar, hazte una lista de la compra y no te muevas de tu plan ni un ápice. Con todo pensado al milímetro no correrás el riesgo de comprar cosas que no vas a consumir y que finalmente vas a acabar tirando.

3- Más es menos. Apuesta por la sencillez a la hora de efectuar tus compras. Es decir: en lugar de pasta fresca, más cara, opta por pasta seca estándar; en lugar de yogures con miles de particularidades, huye de bífidus, trozos de frutas y demás añadidos y compra yogures naturales de los de toda la vida; en lugar de galletitas rocambolescas opta por la galleta María de toda la vida. Y así sucesivamente. Verás como en cuanto lleves unas semanas aplicando este consejo ni siquiera de acordarás de las delicatessen de antes y habrás ahorrado mucho dinero.

4- No compres la fruta en el súper. Tampoco deberías comprar la carne y el pescado, pero la fruta es uno de los casos más clamorosos de pagar mucho más por lo mismo. No sabemos por qué, la fruta del súper (sea cual sea) suele ser escandalosamente cara y tampoco excesivamente buena, así que conviene perder un poco de tiempo y dar un respiro a nuestra cartera.

5- Nada de snacks callejeros. Esa bolsa de patatas, ese cruasán de media mañana con el cortado, las aceitunas con el vermú, los frutos secos que nos compramos para comer de camino al metro. Todo eso se compra en el súper y nos lo llevamos. Nada de atacar la máquina de golosinas que hallamos de camino al trabajo, por nada del mundo: nos llevamos nuestro snack de casa.

6- Intenta que tus alimentos duren más. Sigue estos consejos que te dábamos en este mismo espacio y verás como no tirás absolutamente nada. En realidad, por ahí empieza el ahorro.

7- Táper, táper y más táper. Se te agotan las ideas y al final acabas tirando de menú, pero enero es precisamente ese mes en el que desarrollar nuestra creatividad e incorporar nuevas ideas a nuestros clásicos tápers del trabajo. Hay numerosas webs de recetas para tápers, o simplemente de recetas sencillas (y transportables) que podamos llevar al trabajo, que nos pueden ayudar en la tarea. Supera la pereza, ponte el delantal, entra a Internet y ponte las pilas: el táper va a ser tu aliado.

8- Aficiónate a la birra artesana. Está de moda, es un vasto universo aún por explorar que cambia a diario y, dicen los entendidos, va camino de convertirse en el nuevo gin-tonic. Tú aún eres de los gin-tonics antiguos, de no ser por el precio que gastan, así que... ¿por qué no utilizar este enero como el inicio de una nueva afición? Pásate por cualquiera de los establecimientos especializados de tu ciudad, invita a unos amigos el sábado a casa... y verás como tus bolsillos lo notan.

9- Haz comidas de aprovechamiento. No siempre tienes que comerte un solomillo, y un viernes puede ser un viernes aunque no le des a tu cuerpo la clásica cena de sushi. Opta por esas recetas económicas de la abuela, deliciosas, que solían tener como protagonista la cuchara: garbanzos, cocidos, lentejas... o la clásica sopaza de verduras y pollo, que te costará tres duros y podrás reaprovechar para hacer unas magníficas croquetas.

10- Compra en varios sitios. Decíamos antes que huyas del súper para comprar la fruta, cosa que, en la medida de lo posible, deberíamos aplicar a cualquier cosa. No cuesta nada echar un vistazo a las webs de los diferentes establecimientos para controlar qué productos tienen de oferta y destinar una tarde a la semana a hacer la compra.

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