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Una receta facilona para hacerlos en casa

Cruasanes para desayunar como un príncipe

Dicen que solo los auténticos parisinos son capaces de hacer cruasanes como Dios manda. Pon la banda sonora de Amélie a todo trapo y enfúndate tu camiseta de rayas más pintona. La boina es opcional. Allá vamos.

Con un cruasán, levantarse temprano es más sencillo.

Con un cruasán, levantarse temprano es más sencillo.Cocinatis

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Parafraseando el libro de Pablo Tusset, lo peor que le puede pasar a un cruasán lo ha vivido este sufrido clásico de la repostería dentro de nuestras fronteras: lo hemos quemado, le hemos untado margarina, le hemos echado almíbar o algún pringue de dudoso origen por encima… Ahora, llega el momento de emprender un regreso a los orígenes con olor a deliciosa mantequilla. ¡Afrancesados del mundo, uníos para hacer unos cruasanes facilones y cien por cien caseros!

Ingredientes (para seis personas):

- 500 gramos de harina.

- 200 gramos de mantequilla.

- 60 gramos de azúcar.

- 25 centilitros de leche.

- Dos cucharadas de café de levadura de panadería.

- Una cucharada de café de sal.

Disuelve la levadura en la leche, que deberá estar tibia. Mezcla aparte la harina, el azúcar y la sal. Añade la leche y mezcla bien.

Extiende la masa con un rodillo sobre una superficie ligeramente enharinada. Corta después la mantequilla en láminas finas y delgadas (mejor que este fría para que el corte sea más fácil) y colócala a lo largo de toda la masa. Dobla la masa sobre si misma en tres pliegues. Métela en la nevera durante 15 minutos, sácala y extiéndela de nuevo con el rodillo. Dóblala en tres de nuevo. Si lo estás haciendo bien, podrás ver las distintas capas de masa y mantequilla alternándose. Métela a enfriar otros 15 minutos en el frigorífico.

Estira de nuevo la masa sobre una superficie enharinada hasta dejarla lo más fina posible. Córtala entonces en triángulos del tamaño deseado. Llega el momento de hacer los cruasanes: enrolla cada triángulo desde la parte más ancha sin forzar.

Antes de meterlos en el horno, déjalos a temperatura ambiente durante 1 hora para que crezcan un poco. Luego, colócalos sobre una bandeja con papel vegetal y hornéalos durante 20 minutos a 180 grados. ¡Voilà!

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