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Depende del tipo de grasa, claro

Comer grasa no engorda: ADELGAZA

Tras años diciendo que no hay nada peor que la grasa, llega el doctor Mark Hyman y nos dice que la cosa va al revés. ¡Sorpresa!

El aguacate, lleno de grasa buena

El aguacate, lleno de grasa buenaPublic Domain Pictures

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¿Cómo vais de grasa en vuestra dieta? Ahora me diréis orgullosos que genial, que todo lo que coméis es 0,0 materia grasa, que sois los reyes de la proteína y que vivís abonados a los desnatados. Ay, ingenuos, que poco al día estáis de las últimas novedades... Resulta que este año se ha publicado un libro tre-men-do titulado 'Eat fat, get thin' (Come grasa, adelgaza), a cargo del doctor Mark Hyman, del Centro Clínico para Medicina Funcional de Cleveland (Ohio) y que pone en entredicho que la grasa engorde. De hecho, según Hyman, con una dieta rica en determinadas grasas, acabamos adelgazando. ¿Cómor? Pues eso.

Seguro que queréis saber más sobre este simpático galeno y sus teorías. Pues bien, allá vamos. En su libro, Hyman explica que comer grasa ayuda a perder peso acelerando el metabolismo y, de propina, a reducir el riesgo de padecer demencia, enfermedades del corazón, diabetes o cáncer. La clave, según el doctor, es elegir las grasas adecuadas e incluirlas dentro de una dieta en la que también haya proteínas y algunos hidratos (los que encontramos en los vegetales, por ejemplo).

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El salmón contiene gran cantidad de vitamina D. | Cocinatis

Pero, ¿qué grasas son esas? Pues Hyman incluye los ácidos grasos Omega 3, presentes en frutas como el aguacate. Además del milagro verde, también están en el lado de la grasa buena la de los pescados azules (sardinas, arenques), la carne de los animales criados de manera sustenible (la carne buena, vaya), los frutos secos, las semillas o la piedra angular de la dieta mediterránea, el aceite de oliva. Además, Hyman recomienda el aceite de coco, el pollo orgánico o los huevos ecológicos.

Para todos los interesados en seguir sus directrices, Hyman propone un programa de 21 días en el que ayude a sus pacientes a librarse de ingredientes perjudiciales para ellos y adoptar hábitos alimenticios positivos, entre los que se incluya, claro está, comer grasas. El plan evita que nadie pase hambre, se sienta deprimido o hambriento. En términos generales, se trata de realizar tres comidas fuertes y dos picoteos ligeros al día. La idea es solo comer grasas, proteínas y vegetales para el desayuno. El almuerzo consisten en un 75% de vegetales sin almidón y un 25% de proteína con grasas en forma de aceite o incluidas de manera natural en la carne, el pescado, los frutos secos en las semillas. En la cena, se mantienen las mismas proporciones, aunque añadiendo un poco de patata, por ejemplo. Y así durante 21 días. Para los picoteos, un puñadito de frutos secos es buena idea.

Eso sí, Hyman aparta de la dieta cualquier hidrato de carbono refinado y el alcohol. Recomienda, en su lugar, no pasar ni un solo día sin beber al menos ocho vasos de agua. En cuanto a la fruta, la dieta es bastante estricta y solo pueden tomarse moras, arándanos, granada, melón, limón, lima o kiwi. Ah, la leche también debe suprimirse y, en general, los derivados lácteos no son bienvenidos. Pero, ¿qué son estas restricciones cuando hay la posibilidad de tomar grasas sin que nuestro cuerpo duplique su tamaño?

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