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¡Tú puedes!

Cómo sobrevivir a unas vacaciones con tus suegros

Que no te dé escalofríos el titular, porque es algo por lo que vas a pasar sí o sí. Aunque hay trucos geniales para que sean unas buenas vacaciones y la experiencia deje contentos a todos.

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Para empezar, sé práctica. ¿Que tu suegra sueña con unas vacaciones en familia? ¿Que lleva años pidiendo el mismo regalo un cumpleaños tras otro? Sé lista, organízalo tú. Elige destino, duración, sorpresa, haz que todo parezca por y para ella, aunque en el fondo estés pensando en tu propio beneficio. Cuanto más divertido y mejor lo paséis, mejor para todos, así que relájate y toma la delantera.

Una sorpresa perfecta

Decir que es un viaje sorpresa y que te encargas tú, te evita estar discutiendo con el resto de la familia sobre destino, presupuesto, hoteles, horarios, etc… Es así, y punto. Cuantas menos voces opinando, mejor. Total, si sus hijos llevan años y no lo han organizado, cuanto menos trabajo les des, más fácil para todos, especialmente para ti. Teniendo en cuenta, además, que sumas puntos para cuando no quieras ir en verano a su pueblo.

La duración es la clave

Mejor corto que largo. Un fin de semana de viernes a domingo es la medida perfecta. Todo el mundo contento, un buen sabor de boca, poco tiempo para cansarte y todo organizado al milímetro, o casi. Un fin de semana además familiar que empieza un viernes por la tarde y el domingo después de comer vuelves a casa es apenas tiempo para ti, pero mucho para la familia. Una vez al año, no hace daño.

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El presupuesto, ¡cuidado!

Hay suegros trampa, que con tal de que vayáis juntos de vacaciones lo pagan todo. Es realmente un gesto que agradecer, y más tal y como está la economía para el resto de los mortales. Pero debes tener en cuenta que no debe ser un cheque en blanco ni abusar. Por los hijos se hace lo que sea, y si tú no puedes ir de vacaciones a una isla por el Mediterráneo, y tus suegros te llevan, pues oye… disfrútalo. Si en vez de un vino te tomas dos para disfrutar de la siesta y de la cena, pues mira… ni tan mal, ¿no?

Tus padres o mis padres

Ay, las familias… cómo nos gusta complicarnos. Las hijas nos iríamos de vacaciones con nuestros padres sin dudarlo, donde y cuando quieran. Y si vas con niños, aún más. Oye tu pareja… pues normal que no diga nada, pero como también le entiendes, sé lista, y mira la agenda con sumo cuidado. Planifica unos días geniales con tu pareja y tus hijos… y, casualmente, amplía con tus padres. Todos contentos y felices. Y cuando te toque con los suegros… pues mira, intenta aguantarte, o recurrir al fin de semana mágico.

Hotel sí, apartamento no

Organiza todo lo que puedas tú, especialmente las habitaciones de hotel. Que no se comuniquen, es fundamental este punto, ya que los niños juegan a abrir y cerrar las puertas… y las abuelas también. Por eso, unas buenas habitaciones de hotel serán la clave para no agobiarte viendo a tu cuñado ya en pijama, o a tu suegra metiendo presión para ir al baño. La intimidad del baño es sagrada, y acostarte solo con tu pareja y tus hijos… ¡qué relajación!

Sin olvidarte que en un apartamento hay que cocinar, ser ordenado, limpiar, compartir, hacer la compra… y no todos nos levantamos del mismo humor por la mañana, ni tenemos las mismas ganas de hablar siempre, incluso necesitas tu tiempo para ser persona… Y la verdad, hacer la compra para una semana por muy semana corta que sea… pues no. La discusión sobre el tipo de leche puede desencadenar en muchas diatribas de las que no quieres formar parte.

¡Felices vacaciones!

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