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LIMPIEZA EN EL HOGAR

Niños en casa: cómo eliminar restos de comida de distintas partes

Tener niños en casa hace que de repente aparezcan restos de comida en lugares que no pensabas. No sólo es en la ropa, o la cocina, los lugares más comunes, te vamos a contar dónde aparecerán restos de comida y no esperabas.

Niño comiendo

Niño comiendoiStock

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Si tus hijos llevan pantalones con dobladillo, da igual cuantas veces los laves, al tender, aparecerán ahí restos. Sí, incluso tras la lavadora. No pasa nada, la ropa de los niños está preparada para estar perfectamente limpia al tender, y para cuando vayas a salir de casa tener una mancha que ni habías visto. O dos.

La trona

Es como si tuvieran un agujero negro, o miles. Y hasta agujeros de gusano, donde un alimento cae por un lado y, por ciencia o la gravedad, aparece en el lado opuesto manchándolo todo. Te recomiendo que limpies la trona más allá de lo que ves, especialmente las patas, su perímetro más allá de un metro si es posible, especialmente bajos de la cocina, patas de la mesa, radiador, e incluso la puerta.

Si tienen las manos igual de rápidas que sus gritos descubrirás restos de comida en muebles que pensabas que jamás tendrías que limpiar de comida. Y si tus hijos comen fuera de la cocina, cerca de las cortinas, mejor no las mires demasiado, porque los bajos tendrán restos de comida, y es posible que a la mitad también. Según crezca la habilidad de tu hijo más a menudo tendrás que limpiar las cortinas.

Los juguetes

Un muñeco, una cuchara, un cubilete, un super héroe, una llaves de mentira, las de verdad… a veces hay que dejarles tantas cosas cerca para que coman que te pasarás la vida lavando todo lo que les rodea. No pasa nada, pero si por algún casual se te olvida todo lo que les has dejado, al día siguiente cuando lo vuelvas a coger te pegarás. Y es ahí cuando descubrirás todo lo que tocan los niños y cómo sus manitas pequeñas atraen tanta porquería. Mucho mejor que no les dejes tu móvil prioritario, mejor uno que ya no uses, se lo van a llevar a la boca, lo van a morder, tirar, y llenar de pringue. Sea lo que sea que coman, en su mano se convierte en un pringue. Y mancha.

Niña ligeramente manchada
Niña ligeramente manchada | iStock

Sofás

¿Se manchan? Sí, incluso con funda, colcha, mantas… ¿Lo verás rápido? No, lo verás tarde y la mancha tardará en irse. ¿Se va? Sí, sólo tienes que hacerte experta en trucos de limpieza. Y no dejar cerca lápices, ni rotuladores, ni bolígrafos; y, si lo haces, que se vayan fácilmente con el agua. Bueno para tu sofá y bueno para cuando tengas que limpiar sus manos, brazos, incluso cara por haber estado dando rienda suelta a su creatividad.

Cristales y puertas

Si tienes una ventana acristalada de fácil acceso para ellos, de las que van al suelo, puerta de cristal a la terraza, notarás cómo crecen por las diferentes manchas que van subiendo. Manitas, nariz, e incluso mocos o saliva. Lo mismo te pasará con las puertas, aunque se vea menos, cosa que es un alivio hasta que te pones a limpiar y el trapo sale negro. Ah, por cierto, el rodapié de casa, límpialo. Además de pelusas habrá restos de comida, puré babas, alguna bocanada de vómito… Sí, ya sabes, fluidos corporales.

Operación pañal

Si estás diciendo adiós a la operación pañal, esto ya es un capítulo aparte. Observa en silencio sus hábitos para descubrir después dónde encontrar sorpresas. El pis es más fácil de limpiar, y huele menos. El resto… mucha paciencia, y buen olfato, e intenta que no se limpien con las cortinas si les ha pillado desprevenidos y no quieren que te enteres; así que te recomendamos que si las tapa un sofá, o están recogidas, de vez en cuando las revises, por si acaso.

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