Las pruebas realizadas por el Instituto Anatómico Forense de Alcalá de Henares han confirmado que el cadáver encontrado por un pescador en el río Henares se corresponden con los restos de Richard Angel, adolescente desaparecido el 31 de enero. La autopsia revela además que se trata de una muerte accidental no violenta.
Una vez que el pescador encontró el cuerpo en el río, hasta el lugar se desplazaron agentes de la Policía Judicial de Alcalá y de Homicidios y los Bomberos de la Comunidad de Madrid con una barca neumática para retirar el cadáver. Poco después, llegada la autoridad judicial, se procedió al levantamiento.
La hipótesis que se maneja es que el joven se hubiera caído al río y el cadáver se quedase atrapado en algún tipo de elemento en la profundidad. Por la ropa y la fisionomía todo hacía indicar que se trataba de un adolescente. Para confirmarlo los agentes usaron la necrorreseña, una toma de huellas dactilares pasadas por la base de datos de los DNI para encontrar coincidencias.
Alfonso José Fernández Díez, jefe superior de la Policía Nacional en Madrid, habló sobre el caso: "Tenía alguna presunción sobre las razones de la desaparición del joven. El caso de Richard era prioritario y movilizamos todos los recursos posibles. Es ingente la cantidad de entrevistas que estamos haciendo a amigos, familiares, conocidos del barrio, y a las personas con las que tuvo alguna pequeña pelea el desaparecido".