La morosidad alcanza su nivel más alto en 18 años

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EN 15 DÍAS DEBERÍA INGRESAR EN PRISIÓN

Condenada a prisión por comprar comida para sus hijas con una tarjeta que se encontró

Se gastó casi 200 euros en comida y pañales. Al ver que no le decían nada, volvió a hacer otra compra, pero por valor de 250 euros. En el supermercado sospecharon y no se la dispensaron, por lo que decidió acudir a otro autoservicio donde la pillaron. Después de hacer servicios para la comunidad y pagar la multa, seis años después está a punto de ingresar en prisión ya que se supera en dos años la condena que se le impuso entonces.

"Vi que la cartera tenía una tarjeta de crédito y un DNI y no lo pensé. Me fui al supermercado a comprar comida y pañales para mis dos hijas pequeñas, que entonces tenían cuatro años y un año y medio. Yo entonces no tenía trabajo, ni dinero. No pensé en las consecuencias". Es el relato de Emilia Soria, una madre en paro que entonces tenía 22 años, según señala en su página web el diario local Las Provincias.

En 2007 Emilia se encontró una cartera en el suelo de la ciudad valencia de Requena, y no dudó en cogerla. Con la tarjeta de crédito fue a un supermercado a comprar comida y pañales. Una lista de la compra que alcanzó los 193 euros. Al ver que no ocurría nada, volvió más tarde a hacer otra compra, esta vez por un valor de 250 euros.

Fue entonces cuando levantó sospechas en el supermercado y no le dieron la compra, señala el medio valenciano. Fue entonces cuando decidió acudir a otro autoservicio, pero la pillaron.

La denuncia penal se resolvió con una pena de un año y diez meses de cárcel y una multa de diez meses, con una cuota diaria de tres euros al haber falsificado un documento. A ello se le sumaron otros seis meses de prisión por un delito continuado de estafa, que sustituyó con trabajos en beneficio de la comunidad y una multa de 900 euros.

"Estoy a punto de terminar los trabajos porque barro por la calle y mis compañeros están muy contentos conmigo y la multa la voy pagando poquito a poco, conforme puedo, porque cobro 426 euros de una orden de alejamiento de mi ex marido. No tengo ningún antecedente ni he hecho nada más. Mi única culpa es la que aún estoy pagando", explica.

Seis años después está a punto de ingresar en prisión ya que se supera en dos años la condena que se le impuso entonces. "La sentencia no salió hasta hace unos meses y la han recurrido porque yo he estado haciendo los trabajos sociales y estoy pagando la multa fraccionada y nunca más he cometido ningún delito porque sé que me equivoqué e hice muy mal", explicaba Emilia.

Hace un año, la defensa solicitó la suspensión de ejecución de la pena, pero el juzgado lo denegó y computó la pena inicial de dos años y cuatro meses. "Inicialmente hubo acuerdo con el fiscal. Si hubiera habido juicio, habría podido tener la atenuante al ser un caso de necesidad", alegaba la abogada que ha solicitado un indulto para evitar ir a prisión.

Sin embargo, ha recibido ya una notificación, en la que se detalla que en 15 días ha de proceder al ingreso voluntario en un centro penitenciario.

Ahora, Emilia con 28 años, tres hijas y casada nuevamente ha pedido la suspensión hasta que se resuelva el indulto. "La pena contempla una parte de reinserción y la dilación del procedimiento, casi seis años, es imputable al juzgado. Emilia ha conseguido rehacer su vida y quiere continuarla con sus hijas".

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