"Bessie" Allison (madre), Loraine Allison y su hermano menor, quien sobrevivió al accidente.

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LORAINE Y SU MADRE, LAS ÚNICAS PASAJERAS QUE NO SE ENCONTRARON NI RASTRO

El enigma de la 'niña perdida' del Titanic sigue sin resolverse

El misterio del Titanic continúa abierto. La pequeña Loraine Allison de dos años y su madre, viajaban a bordo en el momento de su hundimiento, aunque sus cuerpos nunca fueron encontrados. Helen Kramer aseguraba desde 1940 que ella era la famosa 'niña perdida', aunque las pruebas de ADN, desvelan ahora que Kramer no tiene ningún vínculo genético con la familia Allison.

El último misterio del Titanic sigue sin resolverse. Se trata de uno de los casos más trágicos de la historia del hundimiento del transatlántico más famoso del mundo.

Loraine Allison, tenía dos años cuando iba a bordo del Titanic junto a su familia hace más de un siglo. Después del hundimiento, ni ella ni su madre fueron jamás encontradas. Aunque los informes iniciales afirmaban el fallecimiento de ambas, sus cuerpos nunca fueron encontrados, siendo las únicas pasajeras de primera clase de las que no se encontró ni rastro. Desde entonces, a la pequeña se la conoce como la niña perdida del Titanic.

Pero el caso se abrió 30 años después, cuando una mujer llamada Helen Kramer, aseguraba ser la propia niña que viajaba en el Titanic. Ella misma proporcionó detalles íntimos y que hicieron sospechar que únicamente podría conocer alguien cercano a la familia. Uno de sus confesiones era el nombre de su padre. Kramer aseguró que su verdadero padre era Thomas Andrews, el diseñador del barco y que murió en el transatlántico, y no el hombre que la acompañanba a ella y a su madre en el momento del hundimiento.

El problema es que en 1940 no existían las pruebas de ADN y era difícil de cotejar la veracidad de la historia que relataba Helen. Y todo eso cuando una cuantiosa fortuna estaba en juego, según explica en su edición digital The Telegraph.

Sin embargo y lo que resulta aún más curioso es que ahora se ha sabido que Kramer, que falleció en 1992, inició una campaña para ser acepatada por los miembros de la adinerada familía Allison. Ahora, más de un siglo después del hundimiento, y aprovechando el centenario del naufragio, su bisnieta, Debrina Woods, continuó la demanda iniciada por Helen e inició una campaña para ser reconocida como heredera de la familia. Incluso llegó a abrir su propia web: 'El último misterio del Titanic'.

Ahora las pruebas de ADN, realizadas a los descendientes de Kramer, han determinado que no existe ningún vínculo genético entre la famila Allison y los descendientes de Kramer.

De esta forma se desmiente la teoría de que Loraine Allison de ser aquella niña perdida del Titanic. Más allá de las disputas, el misterio de la pequeña Loraine Allison y su madre continúa abierto: ¿qué paso realmente con ellas? Quizás algún día pueda saberse.

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