"Estamos tomando este enfoque como precaución", han señalado las autoridades.
Los primeros datos filtrados apuntan a que la UE aceptaría un arancel del 10%, siempre que hubiera exenciones para sectores estratégicos, como el farmacéutico, el alcohol o los semiconductores. Europa quiere poner fin cuanto antes a la incertidumbre del mercado, que daña a las empresas comunitarias.