K-2

Polémica en el K2: la Policía abre una investigación tras la muerte del porteador pakistaní

Las imágenes del hombre yaciendo en el suelo tras un accidente mientras decenas de personas pasan por su lado sin hacer nada por él, han suscitado una ola de indignación en todo el mundo. Finalmente el hombre falleció y la policía ha abierto una investigación.

Publicidad

Las autoridades han abierto una investigación para aclarar la trágica muerte del porteador pakistaní. Los hechos tuvieron lugar el pasado 27 de julio en el K2, la segunda montaña más alta del mundo. De momento ha trascendido que unas 70 personas pasaron por la zona donde estaba el hombre.

Algunos intentaron ayudarle dándole calor y oxígeno de sus máscaras. Poco más tarde perdía la vida. Hay quien dice que era casi imposible acceder hasta él a tiempo. Otros denuncian la ausencia de ayuda y la falta de formación de algunos de estos porteadores.

Su familia llora su muerte

Mohammad Hassan deja una mujer viuda y tres niños huérfanos. A sus 27 años, él era el sustento de su familia. "Trabajaba para darle a sus hijos la educación que él no pudo tener", asegura Bassarat Hussain, amigo de la familia. Además añade que "es lo más inhumano que he visto en mi vida, no sé si habrá ocurrido alguna vez antes pero espero que no vuelva a pasar".

Polémica por la muerte de Mohammad

Algunos profesionales afirman que la manera de proceder tras el suceso, debería haber sido bien distinta. Un montañero de la talla de Wilhem Steindla afirma que toda la gente que pasó por su lado "debería haberse dado la vuelta, preparar el camino de descenso y bajarle. Ya alcanzarían la cima otro día. Si hubiera sido occidental, se hubiera salvado".

Pero un rescate a 8 mil metros requiere un equipo especial. Son operaciones extremadamente complicadas. Según el montañero español Carlos Soria, a esa altura "nadie está capacitado para bajar un cadáver. El que le estaba viendo moribundo, puede quedarse con él a verle morir pero desde luego desde 8.000 metros nadie le baja".

El reclamo de ascender el K2 se ha convertido en un negocio rentable. A la masificación se le une un problema más, la falta de experiencia de algunos porteadores la convierte en la montaña más letal de los últimos años.

Publicidad