Según ha informado en un comunicado el Complejo Astronómico de La Hita, ubicado en La Puebla de Almoradiel (Toledo), el fenómeno fue registrado por los detectores que la Universidad de Huelva tiene instalados en este Complejo.
El brusco impacto de la roca con el aire generó una bola de fuego a una altura de unos 86 kilómetros sobre la vertical de Madridejos y avanzó en dirección noreste mientras se adentraba en la atmósfera aunque su máximo brillo lo alcanzó cuando se encontraba prácticamente sobre la vertical de Villacañas (Toledo).
No obstante, el fenómeno finalizó a unos 54 kilómetros de altura sobre la vertical de Pozorrubio (Cuenca), punto en el que la roca se desintegró completamente, por lo que ningún fragmento sobrevivió para alcanzar el suelo en forma de meteorito.
El análisis preliminar llevado a cabo por el profesor José María Madiedo, de la Universidad de Huelva, indica que la roca procedía del cinturón principal de asteroides, una zona del Sistema Solar situada entre las órbitas de los planetas Marte y Júpiter. Uno de los detectores ubicados en el Observatorio de La Hita consiguió además obtener datos que permitirán analizar la composición química de esta roca.
La cámara zenital que ha registrado este evento se instaló en agosto de 2013 complementando la anterior instrumentación del Proyecto SMART (Spectroscopy of Meteoroids in the Atmosphere by means of Robotic Technologies) operativo en el Observatorio de La Hita desde 2010, permitiendo que desde esta zona, se cubra prácticamente la totalidad del cielo en una vigilancia continua y ampliando la capacidad de obtención de datos.