El PSOE firma su peor resultado desde la Transición y se queda por debajo de los 100 diputados

El PSOE se enfrentaba este domingo a las elecciones más difíciles de las últimas décadas y ya con los primeros datos en la mano se confirma que los del 20D son sus peores resultados desde la Transición. El partido de Pedro Sánchez ha firmado un resultado realmente pobre.

Con el 99,9% escrutado, el partido de Pedro Sánchez es la segunda fuerza política con el 22% de los votos y un total de 90 escaños, frente a los 110 de los comicios de 2011. El Partido Popular con el 28,7% de los votos ha ganado las elecciones, y los socialistas son la segunda fuerza. Pese a que las posiciones se mantienen, ambos partidos se han dejado un reguero de votos y escaños en favor de Podemos y Ciudadanos.

El panorama para los socialistas era poco alentador desde el inicio. La irrupción de las nuevas fuerzas políticas dejaba sobre la cuerda floja la esperada recuperación del PSOE. Los de Pedro Sánchez son segunda fuerza, pero han perdido aún más empuje del que ya cedieron en las elecciones de 2011.

Los socialistas pierden incluso uno de los dos feudos que habían mantenido desde el final del Franquismo. La provincia de Barcelona ya no queda pintada de rojo, sino del morado de Podemos, que aporvecha la fuerza del En Comú de Ada Colau. Sirve como consuelo que el PSOE aún retiene la provincia de Sevilla, que desde este domingo es ya la única que nunca ha cambiado de color. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, el PSOE es la cuarta fuerza política; en Cataluña, la tercera.

Podemos sí tiene algo que celebrar esta noche, y es que desde que su líder Pablo Iglesias apeló a la remontada la formación morada ha conseguido establecerse como tercera fuerza política, desbancando a Ciudadanos que en todos los sondeos casi hasta al final ocupaba dicha posición.

Las nuevas formaciones han conseguido romper de forma visible el dominio del bipartidismo, que con los resultados de hoy ha cosechado el peor resultado de su historia.

El pasado mes de junio, Pedro Sánchez cumplía su primer año como Secretario General del PSOE. El político madrileño encarnaba una nueva cara que apelaba a la "ingente tarea de cambiar el PSOE, para cambiar España" un trabajo para el que Sánchez dijo "no sobraba nadie".

Las elecciones municipales fueron su primera prueba de fuego y sin duda el primer varapalo para Sánchez cuyo partido sólo logró un 25,05% de los votos. Tan sólo la debacle de PP (27%) en estos comicios pudo atenuar un poco este mal sabor de boca. Lejos de amilanarse, al día siguiente el líder socialista aseguró que era "el principio del fin de Rajoy".

Sin embargo, esta campaña electoral ha resultado muy larga y muy pesada para el PSOE. Tras su intervención en el primer debate a cuatro de la historia de este país, emitido por Atresmedia, Pedro Sánchez tuvo un cara a cara con Mariano Rajoy en el que mostró una actitud agresiva que para muchos perjudicó al candidato. Su momento más recordado fue cuando atacó a Rajoy diciéndole que no era "decente" y éste le replicó llamándole "ruin, mezquino y deleznable".