Susana se ofrece para cuidar de Eloy durante una noche porque Candela tiene que ir al entierro de su tía. Candela no se separa nunca de su hijo y le da una millón de indicaciones a Susana para que todo vaya bien.

Pero doña Julia no lo ha tenido previsto y hace costillas para cenar. Eloy no quieren que discutan por él y se acaba comiendo la fuente entera. Ya no hay marcha atrás, es un carnívoro en toda regla.

Candela no lo aprueba y acaba discutiendo con Susana cuando descubre lo sucedido.