Don Anselmo ha descubierto la verdad sobre Pepa y está dispuesto a contarlo en La Casona. La chica se adelanta y le detalla toda su vida bajo secreto de confesión, con lo que el cura ya no tiene tanta libertad para contar de qué conoce a la partera.

Llega al pueblo el nuevo médico, joven y guapo, su primera paciente será Francisca que sigue enferma desde que Pepa empeorara a propósito su enfermedad. Cuando el médico descubra la mala labor de la partera no tendrá reparo en hablar mal de ella y Pepa se encarará, pues si ella ha tratado mal a Francisca ha sido sólo por la necesidad de que viniera un médico al pueblo lo antes posible.

Tristán sigue preguntando acerca de la muerte de su padre, esta vez habla con Rosario. Ella lleva en la familia toda la vida, ambos saben que algo turbia ronda la figura del padre de Tristán, ella sabe que tenía enemigos muy cerca, en su propia familia, no era un buen hombre.

Juan no aguanta estar lejos de Soledad y se adentrará en La Casona cuando todos duerman.