Inés confiesa sus pecados y don Anselmo la absuelve. Inés sonríe agradecida, puede morir en paz. Y así, empieza con una ronda de despedida de aquellos a los que quiere. Comienza con Prado y Matías, a quienes dice que se alegra de que su hijo vaya a estar cerca de ellos. También escribe la última anotación en el cuaderno de su hijo.
Severo informa a su amigo Carmelo de que ha decidido trasladarse con Sol a Madrid. Le ofrece seguir en Puente Viejo y ocuparse entre los dos así de los negocios. Candela también se lleva una gran (y desagradable) sorpresa al enterarse de que Severo también se va. No es la única que pierde, Lucas lee con suma tristeza la carta de despedida que Sol le ha escrito.
Emilia está impresionada por lo mal que vio a Francisca ante la posibilidad de perder La Casona. Y así es, y es que a la par Francisca se enfrenta a Severo, acusándolo de ser el causante de su mal y amenazando con vengarse. Por fin llega Raimundo, pero trae mala cara. Francisca tiembla. ¿Han perdido La Casona?
Emilia y Alfonso reconocen que están mal y no pueden hacer nada por arreglarlo. ¿Es una nueva fase del amor?
Inés le pide a su marido un gran favor, quizás el último.