Lesmes golpea a Aurora. Los dos hermanos yacen en el suelo, inconscientes por el golpe. Explican cómo Jimena era en realidad Jacinta bajo aquel velo que impedía que la reconociera. Los hermanos intentan hacerlos recapacitar, no pueden dejar morir a tanta gente. Pero Jacinta se ríe, es precisamente la muerte de la gente lo que hará sufrir a los hermanos y eso es lo único que ella quiere, que sufran.
Francisca evita que Fulgencio dé a Mauricio la medicina mortal que había preparado. Le dará lo mismo que a los otros. Mauricio mejora y Francisca quiere hablar con él en cuanto despierte. Francisca celebra ver a Mauricio mejor y le cuenta que su primo la ha estafado.Bernarda se da cuenta de que Fulgencio ha caído en desgracia con su prima y mientras tranquiliza a su marido; está claro que ha cambiado de bando: ahora va con Francisca.
Candela está inconsciente. Fernando deduce que, si no hace algo, morirá. Sale de casa. Candela despierta, ve que está sola, pero está demasiado débil para escapar. Fernando roba medicinas del Jaral y se libra de milagro de ser descubierto. Quintina, en cambio, moribunda, sí lo ve; da la voz de alarma: Fernando está aquí. Hipólito intenta quitarle esa idea de la cabeza. Hipólito le cuenta a María que Quintina ha empezado a delirar. ¡Se muere!
Raimundo y Emilia han enfermado. ¿Por qué, si no han bebido agua? La situación empeora.
Jacinta ha cambiado de actitud, está triste. Ha tomado una decisión… pero no dice cuál. Jacinta y Lesmes se inmolan, toman el veneno juntos sin que los hermanos tengan la fórmula del antídoto. Jacinta muere.
Lesmes está muy mal. Aurora toma una decisión desesperada: se envenena también con la esperanza de que el amor que siente por ella le haga actuar en un intento por salvarla.