Okupación ilegal
La propietaria que acabó en el calabozo por entrar en su casa okupada: "Es muy grave lo que pasa en este país"
María puso su piso en alquiler. Al principio los inquilinos le pagaban pero tras quedar en el paro dejaron de hacerlo. Acumula una deuda de 14.000 euros. En un intento por recuperar su casa fue detenida y terminó en el calabozo por allanamiento de morada.
María ha terminado en el calabozo al acudir a su casa que estaba okupada. Los inquilinos le deben 14.000 euros en concepto de alquiler. En la vivienda le abrieron la puerta, exigió las llaves de su casa, perdió los nervios y la Policía terminó llevándosela.
"La Policía me detuvo sin forzar nada, sin romper nada... es que es tan grave lo que está pasando en este país. Necesito que este país haga algo. Ayudadme por favor, ayudadme", reclama.
María vio en redes sociales que sus inquilinos morosos estaban en un hotel de 4 estrellas
Cuenta a Espejo Público que vio en redes sociales que sus inquilinos están de vacaciones en el norte de España en un hotel de 4 estrellas y están de maravilla. Decidió ir a su casa a ver qué pasaba. Justo al llegar a la vivienda ve a un señor abrir la puerta con sus llaves. Le preguntó quién era y asegura que el hombre se puso muy nervioso y le contestó que él se estaba quedando en una habitación. María le dice que ella es la propietaria de la casa. "Yo entré cuando él me abrió la puerta y cuando le dije que yo era la propietaria. No nos tocamos ni yo a mí ni yo a él aunque es verdad que yo me puse muy nerviosa diciéndole que me diera las llaves que esta era mi casa.
"Cuando me hicieron las fotos para la ficha policial me puse a llorar y no paré"
"Esta persona llamó al inquilino, el inquilino llamó a la Policía y me detuvo por allanamiento de mi propia morada", señala. A partir de ahí esta mujer pasó 26 horas en el calabozo. Primero estuvo en un calabozo de la zona sur y luego le llevaron a Moratalaz "con lo mejorcito de todas las casas". Terminó en Plaza Castilla. Cuenta que vivió todo como en las películas. Cuando le hicieron las fotos para la ficha policial empezó a llorar y ya no paró. "Los policías me miraban con pena y me decían que me entendían", cuenta.
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Ahora mismo se encuentra esperando el juicio. Su piso sigue okupado y sigue acumulando deuda día tras día. "Este es el piso donde vivía yo con mi madre. Mi madre se quedó viuda a los 15 días de tenerme. Lo compramos porque tenía calefacción. Para mí tiene un valor muy importante y muy sentimental", señala. Posteriormente se casa y se va a otra zona, pone el piso en alquiler y al principio los inquilinos le empezaron pagándoles pero después, alegando que estaban en el paro, comenzaron a acumular mensualidades de deuda.