A las 5 y media de la mañana el Monte Maldito hizo honor a su nombre. Un ruido seco y después la avalancha. Una enorme placa de cien metros cuadrados moviéndose a mas de 100kmh sepultó a dos cordadas con 28 alpinistas, en segundos.
Uno de los heridos daba la voz de alarma y se activaba el operativo de rescate en Chamonix.
Dos de los excursionistas accidentados son vecinos de San Yuan de las Abadessas, en Girona. Ambos eran montañeros muy experimentados y ascendían el Mont Blanc en la misma cordada a apenas 15 metros uno del otro. Esteva Martínez se llevó la peor parte. Murió aplastado por el alud. Mientras que Gillem Ferré tuvo más suerte y ha sobrevivido. Hemos hablado con sus familiares y amigos.
El Boalo es la localidad madrileña donde residía Joaquín Aguado, uno de los dos fallecidos en la avalancha en el Mont Blanc. El jefe del servicio de Bomberos del Grupo Especial de Rescate en Altura.
Cada año el Mont Blanc se cobra una media de 40 vidas.