Los audios del asesino confeso de Chella en los que niega el crimen: "¿Por qué me meten a mí si llevo dos días sin verla?"

Rubén Maño ha reconocido en su declaración que mató a Vanessa estrangulándola tras una discusión que mantuvieron en su casa. Después la lanzó a la sima envuelta en una manta. Pudo trasladar su cuerpo hasta allí gracias a que dos amigos le prestaron el coche. Ellos han sido interrogados y han quedado en libertad. El autor confeso del crimen declara hoy ante el juez.

El homicida de Chella confiesa que mató a la menor tras tomar cocaína y alcohol. Rubén Mañó Simón realizó trabajos sociales durante un mes y tuvo una orden de alejamiento por el modo en que trató a una anterior pareja, otra chica de Chella.

Según varios vecinos era un 'nini'. Su 'ocupación' actual, según comentaron varios vecinos, "era trapichear con marihuana e ir de fiesta, poco más". La relación que Rubén mantenía con Vanessa, la malograda joven, era de simple amistad. La vivienda familiar de la calle San Antón, lugar en el que presuntamente tuvo lugar el crimen, era ocupada únicamente por Rubén, ya que sus padres vivían en otro domicilio en la propia localidad.

Antes de que le detuvieran, el joven de 21 años hacía creer a sus amigos que nada tenía que ver con la muerte de Vanessa. Mentía. Porque precisamente fue tras consumir marihuana, alcohol y hasta tres gramos de cocaína cuando asesinó a la joven el pasado miércoles.

Así se lo terminó confesando el viernes a los agentes. Reconoció que Vanessa murió en sus manos pero dando vagas explicaciones sobre cómo la mató. Lagunas mentales, se excusaba, por haber estado bajo los efectos de la drogas. Eso sí, aseguró que mantuvo relaciones sexuales consentidas aquella noche, que ella se enfadó y que la sujetó muy fuerte.

Pero el informe preliminar de la autopsia practicada al cadáver lo desmiente. Los resultados remitidos ya al juzgado de Xátiva concluyen que Vanessa Ferrer murió por estrangulamiento después de que Ruben la violase, la forzase a mantener relaciones sexuales.