Los servicios de emergencia fueron alertados por un incendio en la finca y, al llegar, detuvieron a Miquel, un hombre de 50 años que estaba rociando todo con gasolina para borrar las huellas del presunto asesinato y descuartizamiento de su madre. Los bomberos encontraron además el cuerpo de su hermano, al que supuestamente mató a golpes.