BETTY VE TELENOVELAS

Los hombres del pasado, el presente y ¿el futuro? de Asya en 'Infiel'

No hay duda de que Asya (Cansu Dere) es la protagonista indiscutible de ‘Infiel’, pero desde que la conocemos sabemos que los momentos clave de su vida han venido determinados por varios hombres.

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En 'Infiel', si bien Asya es una fuerte fuerte, independiente y empoderada, también es verdad que siempre ha vivido bajo el radar de varios hombres que, con mejores o peores intenciones, con más o menos suerte, se han acercado a ella y han sido determinantes en sus actuaciones y decisiones.

Volkan, la insistencia personificada

A Asya la conocimos felizmente casada con Volkan (Caner Cindoruk). Eran una pareja ideal, digna de protagonizar cualquier portada de cualquier revista como familia modélica a admirar e imitar. Sin embargo, tanto ella como nosotros pronto descubrimos que esa foto ejemplar no era más que un burdo montaje de photoshop. Al igual que Asya, comprobamos que Volkan estaba a años luz de ser un buen marido.

Y ahí Asya demostró que no es mujer de mirar hacia otro lado. Nos regaló una escena memorable, digna de ser recordada como el mejor ejemplo de cómo servir la venganza en un plato bien frío. Eso sí, en algún momento ella también perdió algo de cordura, pero supo reconducir la situación.

Asya y Volkan se derrumban al descubrir la realidad en la que Ali vive atrapado por culpa de sus compañeros de colegio
Asya y Volkan se derrumban al descubrir la realidad en la que Ali vive atrapado por culpa de sus compañeros de colegio | antena3.com

Desde ese momento, Asya pasó página y siguió adelante con su vida como una mujer divorciada. Aparentemente Volkan hizo lo mismo. Se casó con Derin, se fue a América, fue padre de una hermosa niña. Todo parecía indicar que su matrimonio había quedado en el pasado y que cada uno había seguido su propio camino.

Sin embargo, Volkan no es de memoria frágil. Y regresó. En un principio, traía el cuchillo entre los dientes dispuesto a vengar todas las afrentas sufridas durante su tormentoso divorcio. Hizo todo cuanto pudo por desacreditar a su ex mujer.

Pero, curiosamente, cuanto más insistía Volkan en que con sus actos solo pretendía lastimar a Asya, más evidente resultaba que solo buscaba excusas para verla una y otra vez. Cualquier razón, por muy absurda que fuera, era válida para tocar el timbre de la puerta más solicitada de Tekirdag.

Y, como dice el dicho, tanto va el cántaro a la fuente que acaba por romperse. Tantas veces buscó Volkan a Asya, que finalmente confesó. Nunca pudo olvidar a su mujer. Nunca pudo olvidar la familia que tenía.

Ahí apareció un nuevo Volkan. Y si el rol de marido infiel ya resultaba incómodo, el de ex marido obsesivo es sumamente desagradable y altamente preocupante.

A Volkan se le llena la boca diciendo que ama a Asya con todo su corazón y toda su alma y que quiere que vuelvan a ser la familia feliz que eran. Pero, en vez de intentar reconquistar a la mujer que perdió por sus propios actos, Volkan recurre a toda clase de malas artes, empezando por el ataque continuo y constante a los hombres que intentan hacer feliz a Asya.

Muchos de sus actos podrían encontrar explicación en unos celos enfermizos y en un afán desmesurado por arreglar lo que él mismo estropeó, pero sus últimas actuaciones demuestran que lo que lo mueve no es un presunto amor por Asya, sino un profundo egocentrismo.

Si quisiera a Asya, es lógico que aborreciese a Aras. Pero, si su amor es Asya, ¿por qué se comporta también como un energúmeno con el nuevo amigo de Derin?

¿Qué pretende Volkan? ¿Tener su propio harén al estilo de ‘El sultán’ de Nova? ¿Cuál es su problema? ¿Verse abandonado y rechazado por sus mujeres? ¿Es el amor lo que le mueve o es el ego herido de perder su condición de macho alfa? ¿Será capaz de retener a su lado a las mujeres de su vida? ¿Ya hemos visto su lado más ruin o aún puede caer más bajo?

Aras, la nueva ilusión

Si Volkan ya estaba obsesionado con recuperar su lugar al lado de Asya, su persistencia ya supera todos los límites con la irrupción en escena de Aras. De hecho, cuando entre la doctora y su paciente no había más que una buena sintonía, Volkan ya encendió todas las alarmas. Y, con razón, porque Aras ha conseguido que Asya vuelva a sonreír, vuelva a ilusionarse, vuelva a darse una oportunidad para ser feliz.

Avance de 'Infiel': Asya y Aras siguen adelante con sus planes de boda mientras una impactante muerte entristece a todos en Tekirdağ
Avance de 'Infiel': Asya y Aras siguen adelante con sus planes de boda mientras una impactante muerte entristece a todos en Tekirdağ | Antena 3

Justo es reconocer que quienes vivimos la tormentosa relación que vivieron los personajes que interpretaron Cansu Dere y Berkay Ateş en ‘Madre’ no teníamos muy claro el futuro de este romance, pero el tiempo (y el buen hacer de ambos actores) ha demostrado que, a veces, los accidentes son nuevas oportunidades.

Eso sí, su relación también ha sido bastante accidentada. Si por el lado de Asya, han tenido que soportar la oscura sombra de Volkan revoloteando cual oscuro murciélago. Por parte de Aras, tampoco han tenido demasiada tranquilidad.

A su amnesia inicial, se sumó una esposa que haría una pareja excepcional con Volkan. Ambos fueron infieles, pero se creen con el derecho moral de reclamar amor eterno a las parejas que engañaron. Y, además, comparten su afición por pergeñar los planes más oscuros para salirse con la suya.

Además, Aras tampoco es un mirlo blanco. Aunque tiene tendencia a las acciones positivas, también tiene un pronto demasiado temperamental que, en ocasiones, provoca cierto rechazo y hasta miedo.

¿Será capaz de templar su carácter o llegará el día en que lo despliegue contra Asya? ¿Podrá romper el muro que Volkan ha levantado entre él y Ali? ¿Será Aras el hombre que consiga que Asya tenga la felicidad que nunca tuvo?

Ali, el más importante

Si Volkan es su pasado y Aras, su presente, Ali es el pasado, el presente y el futuro de Asya. Ella es doctora, es mujer, pero, sobre todo, es madre. Sus principales decisiones las ha tomado en función del bienestar de su hijo e, incluso, rozó el lado oscuro por él.

Y Ali no se lo ha puesto fácil. Fueron felices cuando fueron una familia de dos, pero el regreso de Volkan y la adolescencia de Ali han sido una bomba de relojería que en más de una ocasión explotó en la cara de Asya.

Asya vuelve con fuerza: “Ali es mi hijo y vengo a llevármelo”
Asya vuelve con fuerza: “Ali es mi hijo y vengo a llevármelo” | antena3.com

Ali ha demostrado ser hijo de Volkan, no solo por secundarlo en todos sus planes y estrategias para boicotear la relación de su madre con Aras, sino que también ha demostrado con iniciativas propias que ha heredado su gen posesivo y controlador.

No tuvo casi problemas en aceptar a Derin como madrastra. De hecho, hasta se fue a vivir muy feliz con la nueva familia de su padre hiriendo profundamente a su madre. Y es un ejemplar hermano mayor para Zeynep. Pero, sin embargo, no puede ver a Aras ni en pintura, ni se plantea la posibilidad de compartir techo con la nueva pareja de su madre y salta como una fiera ante la posibilidad de tener un nuevo hermanito.

Afortunadamente, ha recuperado algo de cordura o, mejor dicho, ha empezado a abandonar la adolescencia para convertirse en un joven maduro que es capaz de ver más allá de su propia nariz. Ha comprendido que su madre también es mujer y que también merece ser feliz. Por eso, se ha echado a un lado y le ha dado el mejor consejo que ha recibido Asya en mucho tiempo. Poner tierra y mar de por medio, alejarse de toda la toxicidad que la rodea en esa ciudad y empezar una nueva vida en una nueva ciudad con un nuevo hombre.

Turgay, el eterno amigo

La actitud de Ali con respecto a Aras ha resultado muy sorprendente si tenemos en cuenta que no es la primera vez que otro hombre se acerca a Asya. Turgay ya hizo un amago de ser algo más que amigo de la doctora y Ali no enseñaba los dientes cada vez que el psiquiatra llamaba a la puerta. Es más, hasta parecían buenos amigos.

Turgay, a Volkan: “Le recomiendo que vea a un psiquiatra lo antes posible”
Turgay, a Volkan: “Le recomiendo que vea a un psiquiatra lo antes posible” | antena3.com

Eso sí, en ese caso quizá eran relevantes dos condiciones que no se dan en el caso de Aras. Cuando Turgay entraba y salía de casa de Asya, Volkan o no estaba o estaba en modo destroyer contra su ex mujer, con lo que no malinfluenciaba a su hijo contra las amistades de su madre.

Y, sobre todo, Turgay nunca cruzó la frontera de la friendzone. Se le notaba ilusionado, se le notaba hasta enamorado, se le notaba que quería estar siempre cerca de Asya, pero nunca atravesó la línea que separa una buena amistad de una relación sentimental.

Siempre nos quedará la duda de por qué no fue posible esa relación. ¿Fue porque Asya nunca dio pie a nada más? ¿Fue porque Turgay no se atrevió a estropear su amistad dando un paso en falso? ¿Fue apatía por parte de Asya? ¿Fue cobardía por parte de Turgay?

Las visitas ocasionales

Asya no solo ha sido mujer de relaciones largas, más o menos estables. También ha tenido sus encuentros ocasionales.

Del primero fuimos testigos en el apogeo de su venganza. Asya no solo estaba dolida como mujer por la infidelidad de su marido, sino que también sufría por la traición de quienes creía sus amigos, que no solo cometieron el error de la omisión de la comunicación, sino que, además, también aceptaron a Derin como una más del grupo antes de que Asya tuviera la oportunidad de salir de él.

Mert, a Derin: “Volkan está obsesionado con Asya”
Mert, a Derin: “Volkan está obsesionado con Asya” | antena3.com

Y fue en medio de toda su rabia cuando utilizó a Mert para devolver parte del dolor que había sentido ella. Humilló a Volkan al estar con su mejor amigo y le hizo sentir a Bahar el mismo dolor que ella había sentido.

Es cierto que con el tiempo pudo recuperar la relación que tenía con su amiga y, además, probablemente le hiciera un favor al hacerle ver cómo era en realidad el hombre con el que estaba casada.

Y si Mert fue un “accidente” motivado por la enajenación transitoria del ‘ojo por ojo’, Sinan fue un amigo del pasado que regresó por un par de capítulos para regalarle a Asya un poco de alegría en medio del torbellino emocional que es siempre su vida. Fue bonito mientras duró, pero tanto Asya como Sinan tenían claro que en aquel momento ella no estaba más que para una excursión a Estambul y él era un espíritu demasiado libre como para adentrarse en el complicado universo de ella.

En definitiva, todos estos hombres, en mayor o menor medida, han hecho feliz e infeliz a Asya. Todos, en un momento u otro, la han apoyado o la han destrozado. Ahora mismo parece que ha decidido pensar en sí misma y darse una oportunidad con ese hombre que llegó de forma accidental a su vida, pero que le ha devuelto algo que había perdido: la ilusión. ¿Será ahora cuando Asya consiga ser feliz o sus planes se truncarán de nuevo?

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