¿LOS RECUERDAS?
El final de una carrera: Actores y actrices que arruinaron su trayectoria en Hollywood
Un tuit puede poner fin a una carrera; pero también un delito, un vídeo viral... o incluso una rinoplastia. Descubrimos las razones por las que algunas estrellas dejaron de brillar en Hollywood para siempre.

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La fama, los papeles en el cine, los salarios millonarios y los contratos publicitarios pueden llegar de la noche a la mañana, pero ese mismo éxito puede irse rápidamente por el retrete si se mete la pata (o algo más fuerte). Hoy recordamos las historias de varias estrellas de Hollywood que arruinaron ellos solitos su carrera, ya sea con declaraciones fuera de tono o cometiendo delitos de mayor o menor gravedad.
Michael Richards
El inolvidable Kramer de la sitcom Seinfeld, Michael Richards, se vio envuelto en una gran polémica en 2006. Había vuelto a hacer monólogos en directo y en uno de sus espectáculos en Laugh Factory en Hollywood hubo un grupo de espectadores negros que le abuchearon. El cómico no se lo tomó bien y respondió con insultos racistas, lo cual fue grabado y se hizo viral en internet. Richards pidió disculpas, pero el daño estaba hecho. Desde entonces, apenas ha aparecido en algunos proyectos ligados a sus antiguos compañeros de Seinfeld.
Allison Mack
Allison Mack es conocida por su participación en Smallville, donde interpretó a Chloe Sullivan durante diez temporadas. Aunque hoy día su nombre es más recordado por un escándalo: Mack fue arrestada en 2018 por su implicación en el culto NXIVM, una secta sexual donde ella ayudaba a reclutar mujeres. Fue condenada a tres años de prisión (se pedía mucho más, pero se redujo la condena por colaborar con la justicia), si bien solo tuvo que cumplir un año y diez meses antes de ser puesta en libertad.
Jussie Smollett
¿Recordáis la serie musical Empire? En ella, la prota, Cookie Lyon, tenía varios hijos, siendo uno de ellos Jamal, interpretado por Jussie Smollet. Pues bien, en mitad de ese ascenso de popularidad, este actor ideó un plan para acaparar titulares... y acabó en prisión. Primero, saltó la noticia de que había sufrido una agresión y ataques de odio. Luego, se demostró que era mentira y que había pagado a sus supuestos agresores para montar la farsa. Su carrera se hundió y, además, fue condenado a 150 días en la cárcel, 30 meses de libertad condicional y multas por valor de 145.000 dólares.

Emile Hirsch
Aunque ya llevaba años trabajando, la carrera interpretativa de Emile Hirsch comenzó a despegar en 2007 gracias a protagonizar Hacia rutas salvajes, película escrita y dirigida por Sean Penn. Sin embargo, en 2015, durante el Festival de Sundance, él mismo la tiró por la borda. Emile protagonizó un escándalo al agredir físicamente a una ejecutiva de Paramount mientras se encontraba ebrio. Según contó la víctima, Dani Bernfeld, el actor la tiró sobre una mesa y la estranguló. Este suceso le costó una breve estancia en prisión, de solo 15 días, y una multa, pero dañó tanto su imagen pública que apenas ha vuelto a trabajar.
Roseanne Barr
Roseanne Barr fue la protagonista de una exitosa sitcom en los años ochenta y noventa que llevaba su nombre, Roseanne. Y, a diferencia de otros muchos reboots y regresos, cuando su serie volvió a la vida en 2018 no solo volvió a ser popular, sino que se convirtió en una de las ficciones más vistas de la tele norteamericana de nuevo. Y, luego, todo se truncó. Barr publicó un tuit racista comparando a una exasesora de Barak Obama con un personaje de El Planeta de los Simios y las consecuencias fueron inmediatas: ABC la despidió fulminantemente y canceló la serie, que luego reconfiguró como The Conners, es decir, seguían todos los personajes de su familia ficticia menos ella, que moría en la ficción.
Gina Carano
Similar a la polémica de Barr fue la de Gina Carano, a quien pusieron de patitas en la calle de la franquicia Star Wars (y eso que se había anunciado que su personaje iba a protagonizar su propia serie, Rangers of the New Republic, proyecto que fue cancelado). La exluchadora de artes marciales reconvertida en actriz (muy buena tampoco era) daba vida a Cara Dune en The Mandalorian hasta que un tuit terminó todo: dijo que la persecución hacia los conservadores era igual a la que sufrieron los judíos durante el Holocausto. Disney la despidió, aunque se supo que esta era la gota que colmó el vaso y que antes ya le habían dado tirones de orejas por tuits tránsfobos, antivacunas o racistas. Ella demandó a la compañía por despido improcedente, con el apoyo económico de Elon Musk.
Jennifer Grey
Nadie pone a Baby en un rincón, decía aquella inexplicable frase de Dirty Dancing. Sin embargo, a Jennifer Grey la industria sí la castigó contra la pared por una decisión suya (aunque a diferencia de otros casos de este artículo, ella no hizo daño a nadie). Tras su papel como Baby junto a Patrick Swayze en el inolvidable musical, Grey parecía destinada a una carrera repleta de éxitos. ¿Qué hizo? Invertir parte del dinero que había ganado en una rinoplastia que alteró drásticamente su rostro y, como consecuencia, no parecía reconocible. La actriz siguió su carrera, pero lejos de aquel prometedor estrellato, con papeles pequeños y una victoria en el reality de baile Dancing with the Stars.
Ja Rule
El rapero Ja Rule tampoco hizo daño a nadie, pero demostró que ese refrán que dice que "la codicia rompe el saco" no es baladí. Apareció en la película The Fast and the Furious: A todo gas (la primera) justo cuando empezaba también a triunfar con la música, así que cuando le ofrecieron estar en la secuela, el tipo se vino arriba. Había cobrado unos 15.000 dólares por aquella primera cinta y, tras su enorme éxito, le ofrecieron alrededor de 500.000 dólares por la secuela... Y a él le pareció poco y no llegaron a un acuerdo. Así, le sacaron de la franquicia y su hueco lo cubriría Ludacris. Y ahora, ¿quién se acuerda de Ja Rule?
Katherine Heigl
Cuando Katherine Heigl se dio a conocer como Izzie de Anatomía de Grey (papel por el que, incluso, ganó el premio Emmy), los estudios empezaron a rifársela como nueva estrella para las comedias románticas, como 27 vestidos. Pero la dicha duró poco. ¿El problema? Algunas de sus declaraciones. En 2007, dijo que se había retirado de las nominaciones de los Emmy porque sentía que ese año su personaje no había tenido material suficiente para justificar una nominación, lo cual molestó mucho a guionistas y productores y, más pronto que tarde, provocaría su salida de la serie. Pero, además, durante la promoción de Lío embarazoso comentó que la película era sexista y que retrataba a las mujeres como arpías sin sentido del humor. No fue la mejor forma de venderla. Si bien nunca se ha retirado por completo de la actuación, su ascenso al estrellato se terminó ahí. Ahora vive en Utah, alejada del bullicio de Hollywood, y sigue haciendo papeles en proyectos menores.
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