PARECE QUE SE DIJERON MÁS QUE PALABRAS
Lucy Liu cuenta los insultos que sufrió en 'Los Ángeles de Charlie' por parte de Bill Murray: "Era inaceptable"
Lucy Liu ha querido contar su versión de la historia sobre lo que sucedió durante el rodaje de 'Los Ángeles de Charlie' y el porqué no se lleva bien con Bill Murray.
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Han pasado más de 20 años desde que se estrenase la película 'Los Ángeles de Charlie' y disfrutásemos de las aventuras de esos ángeles que parecían demonios en combate. A pesar de haber hecho un reboot desde Sony, la nueva entrega de este clásico de los 2000 no tuvo una gran acogida.
Después de tanto tiempo desde que se estrenase la película original, la actriz Lucy Liu, que interpretaba a Alex Munday, ha querido hablar sobre un incidente que tuvo con uno de los miembros del reparto durante el rodaje de la película.
Y parece que la actriz no tuvo palabras bonitas con Bill Murray ya que, según ella misma cuenta, tuvo un encontronazo con el cazafantasmas en el que ambos tuvieron una acalorada discusión: "Siento que muchas historias son privadas. Pero diré que cuando empezamos a ensayar esta escena, que fuimos todos en la agencia, estuvimos el fin de semana para volver a trabajar en esa escena en concreto y Bill Murray no podía venir porque tenía que atender unos asuntos familiares", cuenta en el podcast Asian Enough.
Y continúa: "Así que fuimos el resto y conseguimos hacer la escena más fluida. Desearía que hubiese hecho más pero no fue así porque fui la última a la que cogieron y probablemente la que menos privilegios tenía en cuanto a creatividad o poder participar todo el tiempo".
"Conforme hacíamos la escena, Bill empezó a insultarme, pero no voy a entrar en detalles, pero él seguía y seguía. Y yo estaba en plan, 'Guau, parece que me está mirando directamente a mí'. No podía creer que fuese a mí, porque no tenía nada que ver con las cosas importantes en aquel momento", explica la actriz.
Sigue diciendo: "Literalmente miraba por encima del hombro, pensando, '¿Quién está hablando detrás de mí?' Yo decía, 'Lo siento mucho. ¿Me estás hablando a mí?' Y claramente lo estaba haciendo, porque en ese momento empezó a ser un cara a cara".
Termina contando: "La mayoría de su lenguaje no tiene excusa y era inaceptable y yo no iba a quedarme quieta sin hacer nada. Así que sí, me puse firme y no me arrepiento. Porque sin importar el estatus que tengas o de dónde vengas, no hay necesidad de humillar a la gente. Y no me retiraría ni debería hacerlo".
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