Siete grandes vinos (y más) que alegrarán tu cena de Nochevieja

ORBEN (Rioja, 18,20 €)

Estamos ante un vinazo que llega a nuestra mesa tras 12 meses de barrica en roble francés, lo que le aporta una serie de matices inconfundibles que hará que podamos distinguirlo entre mil. Esta fuerte personalidad viene determinada también por las variedades utilizadas, muy típicas de la zona, tempranillo (97%) y un toque de graciano (3%) que marca la diferencia, y que hace de este Orben de Bodegas Orben (Grupo Artevino) una joya ideal para abrir en ocasiones especiales. Es un vino persistente, moderno, fresco desde los inicios, jugoso y rugoso, con un punto láctico en boca aunque también profundamente frutal. Su paleta aromática es un universo por descubrir a medida que lo vamos bebiendo: desde cerezas hasta regaliz o incluso mina de lápiz, y es ideal para maridar con carnes de caza o con una tabla de quesos. Tiene credenciales que avalan su solvencia, como sus 90 Puntos Parker.

BARAHONDA (Yecla, 7,90 €)

Ideal para quesos, carnes, legumbres y arroces, este vino está aquí para demostrar, entre otras cosas, que las D.O murcianas merecen un lugar de honor entre las grandes de España. Jumilla, Bullas y Yecla son tres denominaciones de origen que vale la pena conocer, y este Barahonda un buen ejemplo de lo bien que se están haciendo las cosas en la zona. Estamos ante un vino moderno y con personalidad, un 2015 que ha cosechado numerosos premios internacionales, entre ellos 92 Puntos Parker por la añada de 2011. Elaborado con las variedades monastrell y sirah, y tras seis meses en barricas de roble francés, es un vino intenso y complejo pero a su vez equilibrado, que despliega en nariz una agradable sensación de fruta madura sobre un ligero fondo de roble.

ALMA ATLÁNTICA (sangría, 8,30 €)

La gente de Martín Codax, con reconocidísima solvencia en la elaboración de vinos, ha ampliado miras y ha decidido comercializar una sangría gourmet. Alma Atlántica es la combinación de tres variedades de la zona de las Rías Baixas, albariño, loureira y caíño blanco, que dan lugar a una deliciosa sangría de vino blanco que hará que incluso los menos aficionados a esta bebida se reconcilien con ella. Estamos ante una bebida sorprendente, con toques cítricos afrutados y la persistencia y acidez características del albariño, así como los matices que aportan las otras variedades. El resultado es una bebida fácil, fresca, divertida y muy marinera, ideal para dar un toque original a cualquier comida y alegrar a todos aquellos que son poco amantes del vino.

ROCAPLANA (Penedès, 11,60 €)

Este monovarietal syrah es una buena opción para disfrutar de un gran vino a un precio más que discreto. Es un vino goloso y agradable, con un punto refrescante y muy pero que muy versátil: será ideal para maridar con asados, embutidos, legumbres o setas, y casará también a la perfección con cualquier sopa navideña, que suelen abundar en estas fechas. Es uno de los grandes vinos de Oriol Rossell, una pequeña bodega del Penedès comprometida con la producción ecológica, como muestra este vino con seis meses de barrica que demuestra el excelente estado de forma de las pequeñas bodegas de la zona, más allá de los grandes nombres.

PRUNO (Ribera del Duero, 10,90 €)

Hay veces en las que no nos apetece innovar y el cuerpo nos pide un valor seguro. En esos momentos Pruno es siempre una gran opción, un solvente Ribera del Duero que fue escogido como mejor vino de España por menos de 20 dólares por el mismísimo Robert Parker. ¿Qué tiene Pruno que no tengan los demás? Una intensidad y una persistencia difíciles de hallar en un Ribera del Duero, gracias a la combinación entre tempranillo y cabernet sauvignon y doce meses de crianza que aportan a sus características e intensas notas de fruta madura matices minerales y balsámicos. Pruno es, de hecho, un gran ejemplo de que vivimos en un país de vinos extraordinarios a precios más que asequibles: un Ribera del Duero cuya añada más reciente, la de 2017, ha sido excelente.

L'HERETGE (Priorat, 65 €)

El nuevo vino de Scala Dei, una apuesta transgresora y muy personal de la bodega del Priorat, demuestra que las grandes bodegas se están poniendo las pilas para elaborar vinos especiales, innovadores, en este caso un tinto elaborado con cariñena. De ahí el nombre, L'Heretge, ya que el vino representa lo que los responsables de Scala Dei, filial del grupo Codorníu, denominan "una herejía", ya que la seña de identidad de esta bodega ha sido tradicionalmente a garnacha. L'Heretge es un vino muy especial para Scala Dei, que juega en la liga de los grandes vinos y refleja a la perfección la esencia de una zona de grandes y persistentes vinos. El lanzamiento de este vino se realiza con una edición limitada de cerca de 3.000 botellas, elaborada íntegramente de forma artesanal mediante.

DEHESA DE LUNA (VT de Castilla, 9,50 €)

En Castilla La Mancha encontramos la bodega Dehesa de Luna, que comercializa varios tintos y un interesante blanco. Elaborado íntegramente con garnacha blanca y con tres meses de crianza sobre lías, estamos ante un vino muy aromático, de un característico color amarillo pajizo y recuerdos de ciruela, membrillo, balsámicos, lácteos y hierbas aromáticas. Fresco y ligero, es perfecto para maridar con mariscadas o ágapes a base de pescados no demasiado grasos.