SEGÚN EL DEPARTAMENTO DE SANIDAD ESTADOUNIDENSE
¡Ojo! Este es el alimento que provoca más enfermedades
Es un básico en nuestra dieta, que a menudo manipulamos sin ser conscientes de que es el foco de una gran cantidad de contagios. Así lo acaba de confirmar el Center for Disease Control and Prevention, una agencia dependiente del Departamento de Salud estadounidense especializada desde hace más de setenta años en la prevención de enfermedades y el cuidado de la salud ambiental.
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El Center for Disease Control and Prevention de Estados Unidos acaba de confirmar que hasta el 12% de los brotes e infecciones intestinales transmitidas a través de los alimentos en este país tienen su origen en el pollo. De hecho, numerosas asociaciones de consumidores denuncian desde hace tiempo un vacío legal en la materia y piden a las administraciones una regulación en cuanto a las condiciones de venta y comercialización de este producto.
Al parecer, tras el análisis de 5.760 brotes desde 2009 a 2015, los científicos del CDC llegaron a la conclusión de que estos brotes fueron responsables de un total de más de 100.000 enfermedades, de las cuales 5.700 acabaron en hospitalizaciones y 145 en la muerte de los afectados. Un 12% de ellas tuvo su origen en el consumo de pollo. Le siguen el cerdo, los vegetales con semillas, el huevo y las frutas.
Para mejorar estas tasas, que pese a haberse reducido ligeramente en los últimos años siguen siendo elevadas, es fundamental seguir unas normas férreas de higiene y desinfección cuando se está en contacto con estos animales. Conviene utilizar guantes, lavar las manos antes y después de manipular el pollo o cualquier otra carne. Es conveniente, además, limpiar bien las tablas de cortar, encimeras, cuchillos y cualquier otro material que haya estado en contacto con la carne cruda, siempre con agua caliente y jabón.
Las infecciones por bacterias procedentes del pollo suelen afectar con más frecuencia a los bebés menores de un año y a los adultos jóvenes, y lo síntomas más frecuentes son vómitos, diarrea, náuseas y fiebre. Estas bacterias son, además, altamente contagiosas, y se transmiten a través de las heces. Cuando algún miembro de la familia tenga diarrea es, por ello, fundamental lavar las manos a conciencia en todo momento, así como desinfectar bien los retretes. Si son los perros y gatos los que la padecen, conviene seguir exactamente las mismas normas higiénicas y consultar con el veterinario.
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