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La joya de Croacia está para comérsela

Viaja a Dubrovnik y come como un rey

Elegimos cinco restaurantes entre los muchos que hay en la ciudad, bonita e idílica como pocas. Dieta mediterránea, excelente producto y lo más importante, precios asequibles. Desde pescados a la sal hasta capones croatas. Para chuparse los dedos.

Si te gusta el pescado a la sal, felicidades. En Dubrovnik te vas a jartar.

Si te gusta el pescado a la sal, felicidades. En Dubrovnik te vas a jartar.Gastronomistas

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Vale, vas a Dubrovnik, uno de los destinos turísticos más deseados de Europa, porque te crees lo que te cuentan tus amigos: que la ciudad es maravillosa. Y llegas y sí, tienen razón. Es preciosa. Subes al teleférico para admirarla desde arriba (415 metros), bajas a la ciudad vieja y recorres los dos kilómetros de murallas medievales que la rodean, disfrutas de las vistas sobre los edificios barrocos y sobre el mar, entras en los museos y monasterios, te acercas a la isla de Lokrum para vivir la naturaleza, incluso haces una excursión a la idílica zona de Konavle, a unos 40 minutos en coche de la ciudad, con viñas, bosques, ríos y molinos de agua para soñar despierto… ¿Y qué comes en todo este tiempo? Te damos algunas direcciones imprescindibles, donde siempre jalarás bien, a buen precio y con un producto de primera. Muchas recetas croatas, por cierto, son en su mayoría muy mediterráneas, así que podrás disfrutarlas a tope. ¡Y nunca escatiman con las raciones!


Kopun. Si quieres tradición e historia gastronómica, este es tu lugar. El capón que da nombre al restaurante se usa en varios platos: sopa, ensalada, aderezado con una salsa de setas, relleno y al estilo medieval (con gnocchi, higos y zanahorias). También sirven recetas de otras partes del país, como fuzi (macarrones) con gambitas y trufa, coronados por una cigala, que se prepara en Istria, y los embutidos picantes y con un toque ahumado y los quesos de Eslavonia. Y de Dalmacia (la región donde está Dubrovnik), el brodet: pescado y marisco con polenta en una salsa de tomate picante.

Pantarul. Este restaurante con aires modernos ubicado en el barrio de Lapad, a media hora a pie del centro histórico, fue creado por la bloguera Ana-Marija Bujic y en un año de vida ya se ha convertido en el local de moda en la ciudad. Allí elaboran platos croatas que se sirven con estilo contemporáneo en un ambiente cercano y amigable. Su carta se basa en productos de temporada y de calidad. Hay sugerencias de la casa, con platos para compartir, un concepto nuevo en la ciudad y que pretende que cale. El tartar de atún es de lo mejorcito, igual que el fresquísimo rape en tempura y el cordero con pastel de acelgas con cebolla y ajo llamado soparnik.

Konavoski Dvori. Vale mucho la pena salir de la ciudad y llegar a esta zona a unos 40 kilómetros al sur de Dubrovnik, donde hay un bosque bucólico en el que no faltan un río con cascadas, molinos de agua (hay uno en funcionamiento que muele maíz) e incluso un restaurante con el mismo nombre que la zona: Konavoski Dvori. Los platos que cocinan repasan la gastronomía croata (la carta está en castellano, lo cual es de agradecer entre tantas palabras indescifrables con acentos en las consonantes) y los camareros lucen vestidos folclóricos. El rey de la carta es el asado de cordero y ternera, que se hace en el interior de una campana de hierro enterrada en brasas. Un plato de la región de Dalmacia (donde está Dubrovnik).

Proto. Es el restaurante más antiguo de la ciudad, pues se fundó en 1886. Su terraza, un piso por encima de la calle, es tranquila y señorial, por eso gusta tanto a los actores de 'Juego de tronos', Tom Cruise, Roger Moore y tantos otras celebridades de paso por allí. Platos sin filigranas para resaltar la calidad y los sabores de los ingredientes estrella, como el magnífico pescado a la sal, el risotto de bacalao, el ragú de pulpo con polenta teñida con la tinta negra de la sepia…

Panorama. Si el mirador sobre Dubrovnik, a 415 metros de altura, es uno de los más encantadores del Mediterráneo, un restaurante con esas vistas merece una ágape. No es muy caro porque allí ofrecen cocina internacional sencilla como bocadillos, ensaladas, pasta, risottos, carnes, pescados...

Hotel Lero. De acuerdo, todo muy interesante y apetecible, pero… ¿dónde dormir? Porque Dubrovnik es una ciudad turística, así que la oferta es variada. Nosotros os proponemos el Hotel Lero porque es una opción recomendable; no está en el centro histórico, pero son solo 20 minutos a pie. Un tres estrellas con todo tipo de comodidades, desde wifi hasta piscina y zona de wellness, y muchas habitaciones con vistas al mar Adriático. Y lo más importante, a precios razonables.

 

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