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Está en el Barrio de Salamanca

NO Restaurante: exclusividad en un callejón

Está en el callejón de Puigcerdá, en la zona más exclusiva del Barrio de Salamanca, y es un restaurante rompedor, con esa filosofía de decir no cuando quieres decir sí.

¡Al rico carpaccio de pulpo! Sabroso y fresquito.

¡Al rico carpaccio de pulpo! Sabroso y fresquito.Cocinatis

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Señorones fumando puros, comedores clasicorros, mesonazos a la antigua... muchos piensan que en el Barrio de Salamanca de Madrid este es el patrón dominante, pero no es así. O no siempre, vamos. En el callejón de Puigcerdá (sí, un callejón en perpendicular a la calle Jorge Juan, exclusivo y 'fashion') está uno de esos restaurantes que rompen con el ambiente megaclásico de la zona. NO es un restaurante diferente, empezando por el nombre. Pero, ya sabemos que hay quién al decir no está diciendo en realidad sí...

Estructurado en varias plantas, este local recibe al cliente con una invitación a la desconexión que se agradece y que, sin embargo, en el caso de este juntaletras, es un deseo imposible. La tentación de dejar el móvil en una cajita situada en el centro de la mesa sucumbe ante el oficio de contar y mostrar lo que se come aquí. ¿Ven, queridos lectores, cómo nos sacrificamos por ustedes?

La carta estival del restaurante busca sabor y preparaciones elaboradas, pero pensando en que el comensal se levante de la mesa satisfecho, pero no tupido. Lo hace a través de platos 'fresquíviris', como el tulip de aguacate con atún de Barbate, un entrante en el que sobresale la calidad de la materia prima. En la misma línea, funciona muy bien el carpaccio de pulpo con manzana y vinagreta de manzana y lima verde. Ya llevamos dos platos y tenemos contento a nuestro paladar y bajo control al estómago.

Más convencionales, aunque bien ejecutadas, son las croquetas de jamón ibérico. Venga, que por coger una no nos va a pasar nada. La verdad es que se nota que están hechas con mimo, aunque, en el planeta croquetil se ha llegado a un punto en el que, o haces un triple salto mortal, o ya nadie arquea una ceja.

El atún rojo de Almadraba regresa por la puerta grande para protagonizar un suculento tartar. Llegados a este punto la distensión abdominal sigue sin aparecer y nosotros, más que felices, de poder seguir dándole. No queríamos dejar pasar la oportunidad de probar alguno de los arroces que sirven los domingos, con el objetivo de convertir el callejón en un chiringuito de playa para urbanitas de esos que no dejan el asfalto madrileño ni cuando los termómetros comienzan a pedirte un polo. Muy rico el cremoso con carabinero.

Llegados a este punto, queremos carne, así que ¡ñam! nos metemos entre pecho y espalda un lomo de cebón al grill con patatas fritas, verduritas y salsa bearnesa. Buena carne al punto. Sí, lo confesamos, comenzamos a estar un poco llenos, pero no nos resistimos a probar el brownie con helado de vainilla. Venga, que NO hemos pecado. ¿Nos creeis?

NO Restaurante. Puigcerdá, 8 (callejón de Jorge Juan). Madrid.
Horario: de 10.30 a 16.00 horas y de 20.30 a 00.00 horas.
Cerrado domingos por la noche.
Precio medio: 35 euros.

Pista Cocinatis: A partir de esta fecha, su terraza es de parada obligatoria para las noches madrileñas.

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