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Adiós olor a alcantarilla, no volverás a aguar nuestras noches

¿Qué hacer para combatir el mal aliento?

Todo el mundo conoce a alguien que sufre en silencio ese problema, todo el mundo ha vivido el drama de enfrentarse cara a a cara a alguien con halitosis. El grado de este mal se mide en función de la distancia a la que podemos estar de ellos sin que el olor a podredumbre nos perfore las fosas nasales, pero lo cierto es que sea cuál sea nuestro grado de pestilencia, el mal aliento tiene solución. Así que bye bye halitosis, vete para no volver.

aliento

¿Quieres acabar así?Cocinatis

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Hay muchos motivos para tener mal aliento, y muchas las soluciones para que este mal no dificulte la vida de quienes nos rodean. ¿Por qué se produce el mal aliento? El principal motivo es una higiene bucal incorrecta y la consiguiente secreción de compuestos de azufre por parte de las bacterias de la boca. Por lo tanto, lo primero que hemos de tener en cuenta si nuestro aliento no es precisamente un jardín primaveral es que no basta con lavarse los dientes, sino que hay que lavárselos bien.

Es decir: limpieza concienzuda siempre que se coma, primero con un cepillo estándar y a continuación con el cepillo pequeñito que nos ayudará a eliminar posibles trozos de comida de las cavidades, para acabar siempre con hilo dental. Insistimos: las personas con problemas de mal aliento deben cepillarse los dientes después de cada comida, aunque esta sea un pequeño tentempié. Y cuando decimos limpiar no nos referimos a frotar los dientes unos segundos: una buena limpieza nunca durará menos de 2 minutos, y cepillaremos, además de los dientes, las encías y la lengua. Es muy aconsejable un cambio de cepillo cada mes y medio aproximadamente.

Hay que tener en cuenta que las caries también pueden ser fuente de mal aliento, de manera que si la halitosis ha aparecido repentinamente en nuestras vidas no estaría de más visitar un dentista. Tal vez tenemos un empaste que nos está dando problemas o una caries que no hemos detectado.

Por otro lado, hay alimentos que favorecen el mal aliento, como el ajo o la cebolla. El tabaco también tiende a empeorar los casos de halitosis, así como el alcohol. Si no podemos vivir sin alguno de ellos, conviene que seamos muy concienzudos a la hora de cepillarnos los dientes, o aprendamos a vivir con el hecho de provocar desmayos a nuestro paso.

El chicle, por su parte, puede ser un gran aliado. Llevar siempre chicles de menta en el bolsillo y echar mano de ellos en cualquier momento delicado será ideal. El enjuague bucal, por su parte, actuará como el chicle: mejorará nuestro aliento durante un rato pero en ningún caso atacará la raíz del problema.

Conviene comer a menudo, cada dos o tres horas, aunque sea una manzana, y si nos es posible masticar un trozo de limón con cáscara después de cada comida. Las infusiones deben ser las principales aliadas de las personas con halitosis: hierbas como el poleo, el perejil y el eucalipto pueden ser de gran ayuda, y pueden utilizarse a diario como enjuagues bucales: podemos preparar una de perejil y clavo por la mañana y utilizarla como enjuague bucal a lo largo del día. Y como de lo que se trata es de atacar la halitosis desde todos los frentes, también podemos masticar un poquito de apio de vez en cuando, o un poco de cardamomo, de sabor muy fuerte pero muy efectivo contra el mal aliento.

Beber mucha agua es fundamental, ya que la idea es producir mucha saliva y evitar la sequedad bucal, pues la saliva es la principal enemiga de las bacterias que provocan el mal aliento. Respirar por la nariz y no sólo por la boca, obligarnos a beber aunque no tengamos sed y tomar naranjas, limones y algunas verduras ricas el fibra, como la zanahoria o el brócoli, que estimulan la producción de saliva, nos va a ayudar mucho.

Aunque son las bacterias las principales causantes de la halitosis, antes de luchar contra ellas conviene descartar otros motivos. La diabetes, la insuficiencia renal y otras enfermedades pueden dar como resultado la halitosis, así como llevar una dieta pobre en hidratos de carbono. Las personas que realizan dietas 'low carb', como la Dukan, suelen ver cómo su aliento huele peor durante el tiempo que dura la dieta.

 

 

 

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