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¿TE CREES QUE ES TAN FÁCIL DE HACER?

Diez errores que cometes con el café

Cada vez que hablas con algún experto cafetero o algún barista descubres que es imperdonable llamar café a eso que has estado tomando hasta ahora. De hecho, el que te haces en casa tampoco es ninguna maravilla, pues cometes varios errores el el simple acto de prepararte un café con leche.

Café con leche

¿Quemado? ¿Amargo? Algo haces mal. Cocinatis

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1- No mueles al momento. Ni que decir tiene que si hablamos de hacer un café de diez vamos a huir de las cápsulas, que cumplen su función en muchos hogares, pues son rápidas y limpias, pero no tienen nada que ver con el café elaborado con una cafetera italiana de calidad. Para que el café sea sabroso y aromático es imprescindible molerlo inmediatamente antes de hacerlo, para conservar al máximo todas sus propiedades organolépticas.

2- No lo prensas con fuerza. No basta con alisar ligeramente con la cuchara, sino que es necesario prensar siempre con fuerza.

3- Utilizas café torrefacto. El café torrefacto no es más que granos de café tostados con azúcar, en una cantidad de un 15% aproximadamente. Se reconoce perfectamente porque, durante el proceso de tueste, el azúcar se carameliza alrededor del grano y éste adquiere un color brillante. La torrefacción es una técnica que se aplicaba antiguamente, en teoría, para proteger la frescura del café, aunque en realidad la adición de azúcar destruye todos los aromas y sabores, y nos obliga a tener que acompañar el café con leche y azúcar para reducir su acidez. Los cafés naturales, sin embargo, no requieren azúcar y en ellos se pueden distinguir todas las notas de cata que la torrefacción destruye.

4- No lo pruebas antes. Este consejo debe aplicarse tanto a casa como, especialmente, a los cafés que tomamos en casas ajenas o en bares. Porque el café, depende de quién y dónde nos lo sirven, no será siempre igual de intenso y amargo, y por lo tanto no requerirá la misma cantidad de azúcar. Pruébalo antes de echar el azúcar e incluso la leche, y así regular la cantidad de dulzor que necesita.

5- Te lo tomas deprisa y corriendo, y sin comer nada. Es el gran error que cometemos por las mañanas: prepararnos un gran tazón de café con leche y degustarlo a toda velocidad mientras hacemos mil cosas más, sin comer prácticamente nada más que una galleta. Los expertos recomiendan desayunar bien –el desayuno ha de ser la principal comida del día– y, sobre todo, con calma, pues es el momento del día en que vamos a adquirir toda la energía que nos va a ayudar a afrontar las horas siguientes, que suelen ser las de mayor actividad física y mental para todo el mundo. En el desayuno, además de los hidratos de carbono de rigor, no puede faltar la fruta y las grasas.

6- No limpias bien la cafetera. Y eso ocurre tanto con las de cápsulas como con las cafeteras italianas, pero especialmente en estas últimas. No vale con dejar el café hasta la siguiente toma y después limitarse a escurrir un poco bajo el grifo. Hay que lavarlas y secarlas a conciencia después de cada uso, para evitar que se oxiden y que queden restos de café que puedan arruinar el sabor de los siguientes.

7- Cierras mal el bote. Es importante conservar el café en botes herméticos, porque el contacto con el exterior hará que se oxide y se pierdan sus propiedades.

8- Utilizas agua del grifo. Los sabores del agua pueden arruinar el del café, por lo que recomendamos utilizar siempre agua embotellada. La del grifo suele tener un exceso de cal y otros minerales.

9- Calientas demasiado la leche. Si la temperatura de la leche supera los 75 grados, vamos a estropear nuestro café, pues va a quemarse. Es preferible que la leche se sirva tibia, como en los cappuccinos, que deben beberse inmediatamente para que no se enfríen y para que la leche no pierda su textura cremosa.

1o- Menosprecias el café de filtro. Crees que esa bebida aguada no merece el nombre de café, y probablemente sea cierto, porque con toda seguridad los que te has tomado hasta ahora son una auténtica birria. Pero el mundo del café de filtro se está reinventando, y si te haces con una buena cafetera en una tienda especializada (huye de esas que venden a precio de ganga en las tiendas de electrodomésticos, si quieres una buena te va a tocar invertir) verás que hace un café sabroso y suave, ideal para los muy cafeteros, ya que contiene mucha menos cafeína que el espresso, y, al ser un trago largo, te permite disfrutar de más café durante más rato. Nuestra recomendación es la Manual CoffeeMaker Número 1 o la Aeropress, entre prensa francesa y goteo.

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