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ES TEMPORADA, Y HAY QUE DISFRUTARLOS

Diez cosas que hacer con un melocotón

Hay muchas cosas que pueden hacerse con un melocotón, fruta de temporada donde las haya que cosecha millones de fans. Desde un licor casero hasta un almíbar o una mermelada. Te sugerimos algunas.

melocoton

La versatilidad es la seña de identidad de los melocotones. Cocinatis

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1- En almíbar. Lo malo del melocotón en almíbar, y de cualquier fruta en realidad, es su aporte calórico y un sabor que no es del agrado de todos. Y lo bueno es que permite conservar esta delicia durante todo el año y poder sentir, en pleno invierno, el recuerdo de las tardes de verano nada más hincar el diente a nuestro almíbar casero. El melocotón en almíbar es un postres sencillo y nutritivo, muy sabroso, que se realiza pelando y cortando por la mitad los melocotones, y posteriormente introduciéndolos en un tarro con agua y azúcar que hay que envasar correctamente al vacío. Así se realiza un almíbar casero, ya sea de melocotón o de cualquier fruta (recomendamos hacerlo también con la piña) y podremos tener siempre listos nuestros melocotones durante el invierno.

2- Licor de melocotón. Otra receta sencilla y muy popular es el clásico licor de melocotón, un digestivo inigualable que, al fin, no es más que el resultado de macerar los melocotones en algún licor, que puede ser ron o ginebra, aunque nosotros recomendamos siempre escoger algún licor de sabor neutro, ya que el protagonismo debe ser de las frutas. Nuestra opción preferida suele ser aguardiente o vodka, y el paso a paso es sencillísimo: sólo hay que tener unas semanas por delante para que los sabores se integren perfectamente.

3- Sopa fría. Un entrante estival interesante puede ser una sopa fría a base de frutas, algo aún poco arraigado en nuestras cocinas, donde la fruta suele entenderse siempre como postre. Para ir más allá de esta tendencia y comprobar que las frutas pueden ser entrantes extraordinarios, deliciosos, nutritivos, versátiles y fáciles de combinar, podemos empezar elaborando sopas frías como aperitivos estivales, como previa a un plato único y un postre ligero. El melón y el melocotón, con yogur, si se desea, casan a la perfección, aunque también podemos utilizar, y combinar a nuestro antojo, frutas como la sandía o las fresas.

4- Mermelada. Siempre que podemos, recomendamos al personal elaborarse mermeladas caseras, pues es el clásico ejemplo de tiempo bien invertido. Aprovechemos, pues, que es temporada, y convirtamos nuestros flamantes melocotones (que estén en buen estado, por favor, hay que erradicar esa tendencia a utilizar la fruta levemente pasada para hacer conservas, pues su estado influirá en el sabor del producto final) en nuestro desayuno para todo el invierno. No solo porque vamos a poder utilizar fruta de temporada, más sabrosa, sino porque vamos a invertir un tiempo que nos ahorraremos más tarde en visitas al súper en busca de mermeladas excesivamente procesadas.

5- Bizcocho. Otro clásico que nos va a solucionar los desayunos y que podremos elaborar también, si no nos apetece encender el horno, ¡en el microondas! Hay múltiples recetas, desde las más sencillas a otras más elaboradas.

6- Salsa. Para acompañar las carnes, nada mejor que una salsa de melocotón, cuyo sabor dulce contrasta con la potencia de las carnes rojas. Cebollas, ajos, sal y pimienta y un vaso de vino blanco: no necesitaremos más para elaborar una salsa que recomendamos servir en un cuenco aparte, para que cada comensal se la sirva a su gusto con una carne al horno, por ejemplo.

7- Ensalada. Las posibilidades son prácticamente infinitas, pero nos quedamos con una propuesta de Karlos Arguiñano: ensalada de espinacas con dados de melocotón, ajos frescos y vinagreta de miel. Si, con permiso de Karlos, le queréis añadir unos frutos secos el resultado final no será sólo una ensalada deliciosa, sino un plato completísimo a nivel nutricional, que nos aportará buena parte de las vitaminas, hierro, calcio, grasas insaturadas y ácido fólico que necesitamos durante el día.

8- A la brasa. Sí, sí, a la brasa. La fruta a la parrilla cada vez está más de moda y, aunque cueste imaginarlo, una vez la pruebas no entiendes por qué esta tendencia, que llega con fuerza, no se ha instaurado antes. Sandías o melones también son estupendos para cocinar a la brasa, lo mismo que los melocotones, a los que podemos añadir lo que nos venga en gana: con unas frambuesas frescas, un poco de queso azul y un buen aceite de oliva es un entrante fantástico.

9-Gazpacho. Otro plato que admite multitud de ingredientes y nos permite combinar a nuestro antojo todas esas frutas y hortalizas de temporada que nos entusiasman es el gazpacho. Llegó la hora de innovar: ¿por qué no incluir unos melocotones?

10- A palo seco, sí, pero innovando. Podemos hacer unas brochetas, añadirles menta o hierbabuena, dejarlos macerar en zumo de naranja... cualquier excusa es buena para 'tunear' nuestro melocoton y convertirlo en un postre más original y divertido.

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