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Cómo lavar la mantelería navideña para que te quede perfecta
O bien la acabas de sacar tras lustros sin desempolvarla y te has visto cara a cara con el desastre, o bien ya estás empezando a temblar por cómo va a quedar cuando todo acabe. Sea cual sea tu caso, si sigues estos consejos vas a tener una mantelería impoluta, que parecerá recién comprada.
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- En primer lugar, mira la etiqueta del mantel y respeta las instrucciones. Si lo permiten, procede a retirar las manchas con un trapo limpio y seco y detergente, frotando. Si aún así no salen, prueba con un buen quitamanchas hasta que hayas eliminado una buena parte de las manchas difíciles.
- Si el mantel es blanco, no lo mezcles bajo ningún concepto con otra ropa de color. Puedes remojarlo antes durante un rato en una mezcla de bicarbonato sódico y agua.
- Si has tenido el mantel guardado durante mucho tiempo, y presenta unas manchas amarillas, remójalo durante cinco horas en una mezcla de agua y bórax (media taza por litro), y después lávalo normalmente. Lo ideal es que lo puedas secar al sol, sin escurrirlo. Si aún así las manchas persisten, puedes rociarlas con una mezcla de vinagre, zumo de limón, levadura, sal y agua.
- Nunca nunca guardes un mantel sin haberlo lavado antes, aunque no presente manchas excesivamente visibles. Si son muy delicados, conviene guardarlos envueltos en papel de seda.
- Si el mantel presenta manchas de cera, coloca un papel sobre la mancha y, a continuación, pasa la plancha bien caliente. La cera se derretirá y se quedará adherida al papel.
- El jabón para lavar los platos suele ser un gran aliado contra las manchas de grasa. Frota manteles y servilletas antes de meterlos en la lavadora con unas gotitas y, si es necesario, déjalos en remojo durante un rato.
- Si el mantel es de algodón 100% procura lavarlo con agua fría, pese a que en este caso las manchas saldrán con mayor dificultad. Si es una mezcla de poliéster y algodón, puedes meterlo sin problemas en la lavadora a 60 grados. Si es de lino, la cosa va a complicarse, pues este tejido es extremadamente delicado y puede encoger y estropearse, de manera que, un día es un día, más nos vale llevarlo a la tintorería.
- Utiliza un programa con prelavado, y evita cargar en exceso la lavadora: es preferible que el mantel tenga espacio para moverse libremente, pues las manchas saldrán mucho mejor. También es recomendable utilizar jabones líquidos y no excesivamente agresivos, antes que detergente.
- Procura destenderlo antes de que se seque del todo, para evitar que se quede rígido y deforme.
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