Condenas
Piden prisión para un indigente que se saltó el arresto domiciliario para ir a por comida a una ONG
El hombre podría ingresar 150 días en la cárcel, por no poder pagar la multa de 4.500 euros que solicita la Fiscalía.
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Un indigente ha sido condenado a 150 días de cárcel después de saltarse el arresto domiciliario para ir a por comida, ya que, según sostiene, tenía hambre. El acusado debía cumplir 14 días de arresto en su casa después de ser condenado por un hurto leve. Sin embargo, al no tener dinero para pedir que le trajese comida a domicilio, y debido al hambre que le asolaba, se saltó el arresto domiciliario y acudió a una ONG a la que visitaba con frecuencia.
Cuando el condenado se encontraba fuera del domicilio para ir a buscar algo de comer, la Policía Local acudió a la casa y comprobaron que no estaban. Por este hecho, la fiscalía le acusa de un quebrantamiento de la condena impuesta, y tendría que pagar una multa de 15 meses con una cuota diaria de 10 euros. En definitiva, serían unos 4500 € que el condenado no tiene. En el caso de que no pudiera pagar este dinero, Vicente, cómo se llama el individuo, tendría que pasar un día en prisión por todos cuotas impagadas, lo que se traduce en 150 días. La defensa alega en todo momento que todo esto lo hizo para poder comer.
¿Dónde vive el acusado?
El indigente vivía en una habitación de un piso compartido, ya que sus ahorros no eran lo suficientemente altos para poder independizarse solo. Solía acudir a la fundación para que le proporcionaran alimentos para poder sobrevivir y no morir de hambre, sin embargo, esta no tiene envío a domicilio, por lo que tuvo que desplazarse hasta el local para adquirir comida.
Su abogado sostiene en todo momento que el hombre salía del hogar por necesidad y no con la intención de saltarse la condena. Sin embargo, la fiscalía sostiene que Vicente debería estar dentro de su casa de Valencia desde el día siete al 13 de marzo de 2021 y del 21 al 27 de marzo de 2022. Que el hombre no se encontrase en casa no fue un hecho aislado, ya que cuando los agentes de policía acudieron a la vivienda para confirmar que el condenado estaba cumpliendo con la pena, hubieron varias ocasiones en las que no lo encontraron, concretamente los días 7,8 y 21 de marzo. Debido a esto la fiscalía acusó a Vicente también de un delito de quebrantamiento de la condena.
Actualmente, el condenado deberá esperar para conocer si tiene que entrar en la cárcel "por querer comer",como él sostiene.
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