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EN ROQUETAS DE MAR | ALMERIA

Un padre y un hijo aceptan penas de dos años por atropellar y apuñalar a un hombre

Los procesados, A.C.J. y J.L.C.M., se han conformado con dichas penas después de que el Ministerio Fiscal haya rebajado la petición inicial de cinco años para cada uno que había interesado por sendos delitos de homicidio en grado de tentativa, han informado fuentes judiciales.

Un padre y su hijo, acusados de sendos delitos de homicidio en grado de tentativa tras intentar matar a un hombre al que atropellaron con una furgoneta y le asestaron dos puñaladas en Roquetas de Mar (Almería), han aceptado dos penas de dos años de prisión.

Los procesados, A.C.J. y J.L.C.M., se han conformado con dichas penas después de que el Ministerio Fiscal haya rebajado la petición inicial de cinco años para cada uno que había interesado por sendos delitos de homicidio en grado de tentativa, han informado fuentes judiciales.

Además, deberán abonar a la víctima, M.S.C., el pago de una indemnización conjunta y solidaria de 5.350 euros por las lesiones ocasionadas y otros 2.400 euros por las secuelas.

Los hechos por los que han sido juzgados sucedieron la madrugada del 1 de junio de 2007, cuando el procesado J.L.C.M. mantuvo una "pelea" con la víctima y, posteriormente, junto a su padre, salió a buscarlo en una furgoneta, encontrándolo sobre las 7 de la mañana junto a un grupo de personas en los aparcamientos del Puerto Deportivo de Roquetas de Mar (Almería).

J.L.C.M. abandonó el vehículo y corrió hacia el grupo con "un objeto contundente" en la mano, mientras que M.S.C. fue perseguido por la furgoneta, conducida por A.C.J., quien lo golpeó hasta en dos ocasiones, tirándolo al suelo. J.L.C.M. se dirigió a M.S.C. y le asestó dos puñaladas con dicho objeto, marchándose después del lugar.

Sin embargo, cuando los procesados observaron que la víctima perdía mucha sangre, lo subieron al vehículo y lo trasladaron al ambulatorio más cercano.

A causa de las heridas sufridas, M.S.C. tardó en curar 153 días, de los que permaneció ingresado en el hospital 14 días y estuvo incapacitado para sus ocupaciones habituales durante 61 días.

A éste le quedaron secuelas como una cicatriz de un centímetro de longitud en región lateral externa, tercio medio del antebrazo izquierdo, otra cicatriz de dos centímetros de longitud en la región dorsal del hemotórax izquierdo y una lumbalgia postraumática.

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