País Vasco

La mujer que intentó envenenar a sus hijos de 9 años en Barakaldo ingresa en prisión

Según la investigación policial, había suministrado varios sedantes a los niños y los servicios sociales habían abierto un expediente a la familia.

Intento de asesinato a 2 niños en Barakaldo

Intento de asesinato a 2 niños en BarakaldoAntena 3 Noticias

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La madre acusada de intentar matar a sus hijos mellizos de 9 años en Barakaldo envenenándoles, ingresó este lunes por la noche en prisión después de pasar la tarde declarando ante el Juzgado de Guardia de la misma localidad vizcaína. Ha sido acusada como presunta autora de un delito de intento de homicidio.

A mediodía recibía el alta en el hospital de Cruces, donde estaba ingresada bajo custodia policial, e inmediatamente, era trasladada a dependencias policiales para realizar las diligencias pertinentes. En ese mismo hospital continúan ingresados sus hijos, un niño y una niña mellizos de 9 años, que evolucionan favorablemente y se encuentran fuera de peligro.

Según el atestado policial, la mujer suministró a sus hijos varios sedantes. Los servicios sociales del ayuntamiento de Barakaldo habían abierto un expediente a la familia para estudiar la situación en la que se encontraban los menores y ver si necesitaban asistencia de tipo social o educativo. Ese expediente no había sido puesto en conocimiento de la Diputación Foral de Vizcaya. Esa es la institución competente para la retirada o no de la patria potestad. Según la Diputación, esa apertura de expediente por parte de los servicios sociales municipales no siempre implica la retirada de la potestad.

Tras el suceso ocurrido el domingo de Año Nuevo, la Diputación contactó con los servicios sociales municipales de Barakaldo para conocer los antecedentes de la familia, así como con la trabajadora social del hospital de Cruces. La Diputación asegura que está atenta a la vía judicial abierta con este caso.

Los testimonios de los vecinos

Los vecinos de la zona en el que la mujer vivía con los niños aseguran haber escuchado "unos chillidos muy gordos que se escuchan desde el primero hasta el quinto", decía una joven vecina. "No sé, yo no les veo felices a los niños", exclamaba otra residente.

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